En ‘Siéntase Pura Vida’ hablamos de las hemorroides, tema que puede resultar incómodo de hablar; exploraremos cómo prevenirlas y cómo tratarlas.
Las hemorroides no son una enfermedad en sí mismas, pero sí un problema de salud que puede resultar incómodo y doloroso. A muchas personas incluso les da vergüenza acercarse a un médico y preguntar, por eso en Siéntase Pura Vida abordaremos este tema, veremos cómo prevenir estas molestias en el ano y qué hacer si aparecen.
Esta explicación la haremos con ayuda de publicaciones internacionales, así como de una conversación con la médica Wen Chu y de declaraciones de Benjamín Flikier, especialista en Cirugía General y Coloproctología (la parte de la medicina que estudia todas las enfermedades que afectan colon, recto y ano).
Las hemorroides son la inflamación o dilatación de las venas alrededor del ano; Chu hace un símil con las várices. Esta inflamación produce dolor, ardor y picazón en la zona. Hay quienes describen “punzonazos” periódicos en el ano y señalan molestias al sentarse o permanecer sentados.
Todos tenemos venas susceptibles a hemorroides, el problema surge cuando estas crecen y se inflaman. Cuando esto sucede, se forman protuberancias que causan molestias.
“Muchas veces la persona no siente absolutamente nada, a no ser que tenga una crisis”, puntualizó Chu.
Hay dos tipos de estas inflamaciones: las internas y las externas. Las primeras se desarrollan en el interior del recto. Las externas se desarrollan bajo la piel que rodea el ano.
Las hemorroides internas normalmente ni se ven ni se sienten, y rara vez causan molestias. Sin embargo, la irritación y el esfuerzo que se produce al defecar pueden producir sangrado indoloro durante la defecación. También puede darse un tipo de hemorroide que se desliza a través del orificio anal, que se llama hemorroide prolapsada. Esto puede causar dolor e irritación.
Las hemorroides externas son las más comunes y populares, y también las que causan más molestias. Dentro de estas están la picazón o irritación en la región anal, dolor, molestia, hinchazón alrededor del ano y sangrado. Además, las personas se vuelven más sensibles a condimentos o picantes, por lo que también podrían tener mayor sensibilidad después de comer alimentos con esas características.
¿Por qué las venas hemorroidales se inflaman? De acuerdo con Chu, por un lado, las inflamaciones de estas venas pueden darse al levantar objetos muy pesados de manera constante, también son más frecuentes en el embarazo, por el peso que ejerce el bebé en el cuerpo de la madre. Por esta razón, las mujeres son más propensas a padecer esta condición.
“La parte final del tubo digestivo, al hacer mucha presión por el peso, ahí se dilatan las venas”, explicó la médica.
El riesgo de tener hemorroides aumenta a medida que envejecemos. Esto se debe a que los tejidos que sostienen las venas del recto y el ano pueden debilitarse y estirarse.
Para la médica, los estilos de vida, como una alimentación baja en fibras, la poca hidratación y pasar mucho tiempo sentado influyen en la aparición de hemorroides. También estas son más comunes en personas con estreñimiento, dado el esfuerzo que hacen al defecar; quienes tienen diarrea crónica, por su actividad, también tienen mayor riesgo.
Hay muchas prácticas que pueden minimizar el riesgo de inflamación de las venas anales, dijo Chu. Dentro de sus recomendaciones están:
De toda esta lista, tal vez la que más llama la atención es el tiempo que se está en el inodoro. Aunque no hay estudios científicos específicos al respecto, los especialistas señalan que pasar varios minutos sentado en el inodoro genera presión en las venas, ya que no tienen el soporte que tienen una silla. Con el pasar de los minutos, las venas pueden dilatarse y provocar sangrados. Además, mientras se está en dicha posición se hace presión en la zona anal, por lo que las venas podrían dilatarse.
Si usted no pudo evitar este tipo de inflamación, también hay recomendaciones, muchas de ellas son medidas caseras, como utilizar baños de agua tibia.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) también da una crema especial que ayuda a bajar la inflamación y los síntomas como dolor, picazón o ardor.
“Esta crema funciona bastante bien, incluso mejor que muchas que se consiguen en farmacias privadas”, señaló la médica.
Flikier añadió que hay diferentes elementos de los que los especialistas echan mano. Dentro de ellas están píldoras, cremas y supositorios que sirven para desinflamar la zona, eliminar el sangrado y disminuir esa sensación de una masa cerca del ano.
No obstante, si el sangrado persiste, hay intervenciones quirúrgicas que van desde amarrar la vena con una ligadura hasta un procedimiento en el quirófano llamado hemorroidectomía (una cirugía donde se eliminan las hemorroides).
En los últimos meses, tendencias en redes sociales como Tik Tok hablaron de aplicarse pasta dental. Sin embargo, esto lejos de ayudar podría complicar la situación. Dentro de los riesgos está irritación, erosión o sangrado de las hemorroides.
Aunque en muchos casos las hemorroides se tratan en casa, siempre es necesario saber cuándo visitar a un profesional de la salud. No solo por no alargar un tiempo incómodo y de dolor, sino también porque los síntomas de las hemorroides se comparten con otras enfermedades más graves que es bueno descartar.
Si usted sangra al defecar o sus hemorroides no mejoran después de una semana de cuidados en casa, busque atención médica.
No asuma que un sangrado rectal se debe a las hemorroides, especialmente si sus heces cambian de color o consistencia. El sangrado rectal puede producirse con otras enfermedades, como el cáncer colorrectal y el cáncer anal.
También busque atención médica de emergencia si presenta sangrado rectal abundante, aturdimiento, mareos o desmayos.
