Un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Burgos ha desvelado un preocupante volumen de agua contaminada por nitratos en la provincia de Burgos. Con muestras aportadas por los propios vecinos se ha detectado agua con este contaminante en los grifos de la red de suministro, pero también en fuentes y pozos, pese a la percepción general de que el agua de estos orígenes es más pura. El agua de grifo de 39 municipios de Burgos y alrededores, un 27% de los 146 analizados entre enero y abril de 2024, sobrepasan los límites de nitratos establecidos por el Real Decreto 3/2023. Estos datos, sumados a los de aguas de fuentes, implican que al menos 53.341 personas de la provincia, según el censo del INE de 2023, pueden estar expuestas a aguas no aptas para el consumo. Son los resultados de un proyecto de ciencia ciudadana en el que cientos de personas han colaborado aportando más de 300 muestras de agua de la provincia que han sido analizadas en los laboratorios del Grupo de Polímeros de la UBU. Cincuenta miligramos por litro es la concentración máxima establecida por ley para los nitratos, unos compuestos cuya contaminación no es fácil de detectar en las aguas dado que no aportan color, olor ni sabor. Además de las aguas de grifo, se han medido muestras de fuentes y de otro tipo de orígenes. De las 83 fuentes analizadas, 34 (un 41%) han resultado en niveles por encima de lo permitido para el consumo. De las 30 muestras de orígenes variados, como pozos, manantiales y ríos, 13 (un 43%) han superado los límites establecidos. Además, más de una quincena del total de las muestras presenta un nivel de más de 100 miligramos por litro. El docto r Saúl Vallejos, que encabeza el grupo de investigadores de la Universidad burgalesa , ha reconocido que, en muchos casos, las administraciones estaban al tanto de los datos. Sin embargo, en buena parte de las localidades donde se han realizado análisis, los residentes seguían consumiendo agua del grifo sin saber que no era apta para el consumo. «Otros optaban por fuentes naturales, creyendo que el agua era de mejor calidad, sin percatarse de que los niveles de nitratos eran aún más altos en ellas», explica Saúl Vallejos. Los investigadores recomiendan evitar beber las aguas afectadas por niveles altos de nitratos. Las contraindicaciones para la salud asociadas a su consumo incluyen efectos tóxicos a corto plazo para lactantes y mujeres embarazadas, como la metahemoglobinemia, y, a largo plazo, hay estudios que indican un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal y de próstata. De hecho, los investigadores han aconsejado a las autoridades competentes que realicen contra análisis para verificar los resultados, informar a la población y tomar las medidas necesarias para paliar esta amenaza de la salud pública. Noticia Relacionada El 'Santo Grial' de la criptografía estandar No Un estudio afirma que el manuscrito Voynich esconde un manual sobre sexo ABC El grupo de Polímeros ha puesto a disposición pública todos sus resultados en el Repositorio Institucional de la Universidad de Burgos (Riubu). Desde finales de enero hasta mediados de abril de 2024 , el Grupo de Polímeros de la Universidad de Burgos ha llevado a cabo esta iniciativa de ciencia ciudadana, que se enmarca en una investigación más amplia para el desarrollo de materiales poliméricos que permitan extraer los nitratos del agua de consumo humano de forma sencilla y práctica. Esta iniciativa ha implicado la participación de los ciudadanos en el proceso de investigación, sobre todo para la toma de muestras. Los interesados han enviado muestras de agua, tanto de los grifos de sus hogares como de fuentes públicas, manantiales, pozos y ríos. En total, se han analizado 146 muestras de agua de grifo procedentes de diferentes pueblos y ciudades, 83 muestras de fuentes y 30 muestras con otro tipo de orígenes. Cada muestra fue recogida en una botella de plástico o cristal previamente enjuagada con el agua a analizar. Todas las muestras debían estar libres de sedimentos y otros contaminantes y las botellas no podían contener ningún residuo. De hecho, las muestras que no cumplieron con estos mínimos no han sido incluidas en el estudio.