La Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad, EBAU o EVAU, a la que los más veteranos siguen llamando selectividad, es siempre una prueba de fuego para los estudiantes , y más si se introducen transformaciones. La Lomloe, ley orgánica aprobada por el Congreso de los Diputados en 2020, estableció que los cambios en la EBAU iban a tomar cuerpo en 2024 (con una evaluación más competencial), pero llegó el momento de aprobar el decreto para modificar la prueba y no se pudo hacer porque el Gobierno estaba en funciones. Decidió entonces el Ministerio de Educación informar a las comunidades autónomas de que se aplazaba a 2025 la entrada en vigor de la nueva selectividad. El argumento era que no se podía renovar la normativa a mitad de curso y que desde el comienzo los alumnos deberían saber a qué modelo de pruebas de acceso se tendrían que enfrentar. La modificación que sí se aplica es la posibilidad de elección entre examinarse de Historia de España o Historia de la Filosofía, porque con el nuevo currículo son materias troncales y en la prueba se ha preferido conservar el mismo número de asignaturas a examen. Se mantiene también la duración (90 minutos por prueba) y el número de materias: la obligatoria de la modalidad y tres comunes (cuatro en las comunidades con lengua cooficial). En este curso se presentan por primera vez los estudiantes que han cursado la nueva modalidad de Bachillerato general. La calificación de la EBAU representa un 40% de la nota final mientras que la media de Bachillerato supone un 60%. La convocatoria ordinaria debe llevarse a cabo antes del 14 de junio y la extraordinaria antes del 12 de julio o del 13 de septiembre en el caso de Cataluña. Cristina Sandoval, jefa de Estudios del IES Arturo Soria, en Madrid, considera que «los cambios son mínimos, solo afectan a algunos aspectos del temario que se ha reorganizado en ciertas materias, sobre todo en Historia y en Matemáticas». Noticia Relacionada estandar No Selectividad 2023/2024: habrá que elegir entre Historia de España o de la Filosofía Josefina G. Stegmann Las comunidades del PP denunciaron no haber recibido ni siquiera el borrador de la orden que regula la EBAU del presente curso en la reunión que ha tenido lugar esta mañana Estima Sandoval que los alumnos de la Comunidad de Madrid parten con cierta desventaja: «La base es que los contenidos son iguales, pero es verdad que la forma de corrección, por ejemplo, penaliza bastante las faltas de ortografía en comparación con otros lugares. Y otro asunto, quizá un poco subjetivo, pero el nivel de dificultad de las preguntas es más elevado en Madrid. Por ejemplo, el contenido de Historia de España tiene una estructura muy definida y en otras comunidades resulta un poco más laxo. Los resultados en otras comunidades son más altos, lo que permite acceder con más ventajas a ciertas carreras». Como docente de Inglés en segundo de Bachillerato, Cristina Sandoval prepara a los alumnos siguiendo las instrucciones del centro: «A partir del segundo trimestre, todo el profesorado dedica una sesión a la semana a realizar simulacros con el objetivo de que los alumnos adquieran la dinámica. También les asesoramos para que saquen el mejor partido a las respuestas». En lo referido a la planificación, cada maestrillo tiene su librillo, como dice el refrán. En el Colegio San Ignacio Jesuitas Oviedo, explica Mercedes García Muñiz, su directora de Bachillerato, «una vez terminado el curso, a mediados de mayo, impartimos lo que llamamos cursillo de preparación , que dura hasta el día antes de la EBAU, que es el 3 de junio». «Trabajamos con exámenes anteriores o pruebas similares que nosotros preparamos», añade. Cambios sobre la marcha También han generado problemas las modificaciones, según García Muñiz: «En Asturias se tardó en dar la información sobre la asignatura de Historia de España. Entonces se decidió quitar contenido del programa que se habían impartido en el aula, del principio del temario, como parte de la prehistoria. El profesorado de esta materia está bastante preocupado». Aunque la Educación está transferida a las comunidades autónomas, el debate de que la EBAU sea un sistema común en toda España ha saltado de nuevo a la opinión pública, alentado por el Partido Popular. El pasado mes de enero, Alberto Núñez Feijoo planteó la posibilidad de que las comunidades gobernadas por el PP celebraran en 2025 la prueba al mismo tiempo y se corrigiera con los mismos criterios . Sobre este asunto, la docente García Muñiz cree que así «estaríamos todos en igualdad de condiciones». «Los exámenes, los criterios de evaluación, las pruebas son diferentes y hay disparidad tanto de resultados como de cantidad de temario y de dificultad de los exámenes. Pienso en esos alumnos que quieren acceder a grados universitarios donde la nota de corte es muy alta. Se da el caso de que alumnos peor preparados pueden tener pruebas más sencillas», apunta. Sobre cómo afrontar la prueba, la psicóloga María Bayta Díaz Rodríguez señala que «hay que abordar una situación de estrés relacionada con que los estudiantes se juegan mucho en un periodo corto de tiempo, sobre todo aquellos que no han trabajado lo suficiente en el resto del curso». «Es muy importante establecer una rutina de estudio , constante, que no lleve al agotamiento. Pegarse un atracón genera más ansiedad. Se deben respetar los horarios de sueño, descansar los suficiente, mantener una buena alimentación y hacer ejercicio. En los días previos a la EBAU no se deben ingerir bebidas energéticas ni sustancias que puedan afectar al rendimiento», aconseja esta experta. Procurar el ambiente adecuado favorece el éxito, asegura Díaz: «Se deben eliminar los elementos de distracción de la zona de estudio, a ser posible que sea un espacio en el que haya intimidad, sin ruidos, que esté bien ventilado y, sobre todo, el móvil debe estar apagado o en otra habitación». El apoyo del entorno resulta fundamental, comenta la psicóloga: «Las familias deben tener en cuenta que es un momento de agobio y posible irritación que se une a las características de la etapa de la adolescencia. Tampoco es el momento de abordar conflictos previos». Conviene no presionar demasiado a los jóvenes, ayudarles a gestionar la frustración si no obtienen la nota de corte necesaria para cursar la carrera deseada, indica: «Hay que saber transmitirles que se pueden probar otros grados, que no es el fin del mundo».