En el vídeo, Salma Paralluelo parece decir: “Es broma, ¿no?”. Mientras Rubén, responsable de material del staff del Barcelona, le daba en la mano a ella y a sus compañeras las medallas de campeonas de la Copa de la Reina que las azulgranas acababan de ganar tras superar claramente en la final a la Real Sociedad por 8-0.
Se repitió la polémica de la Supercopa de 2023. En aquella ocasión se colocaron las medallas en unas mesas y fueron las propias jugadoras las que tuvieron que recogerlas. En la Supercopa de 2024 la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) rectificó y Pedro Rocha entregó las medallas a las campeonas en el césped de Butarque, en la Supercopa. Está vez Rocha no acudió al partido que decidía a las campeonas de Copa porque no llegó su vuelo desde Thailandia, del congreso de FIFA. Si estuvo la reina Letizia.
En La Romareda, donde hubo, por cierto, casi 27.000 espectadores, no había unas mesas, pero sí dejaron un par de bolsas a las futbolistas del Barcelona para que fueran ellas mismas las que se colocaran las medallas, mientras Alexia subía al palco a recibir la Copa. Hicieron una especie de simulacro, de pasillo protocolario, para ponerse las preseas.
Se actuó de la misma manera en la Copa del Rey que ganó el Athletic Club al Mallorca: Muniain subió a recibir el trofeo de manos de Felipe VI y al bajar sus compañeros le entregaron la medalla. Ellos ya se las habían repartido antes en el césped, sin acto. Es el protocolo de la RFEF.
