Rafah. Los enfrentamientos entre Israel y Hamás continúan en la Franja de Gaza, la cual, tras varios días de bloqueo, recibió más de 300 palés de ayuda humanitaria a través del muelle temporal instalado por Estados Unidos en la costa del territorio palestino, según informó este sábado el ejército israelí.
En el octavo mes de guerra contra el movimiento islamista palestino, las fuerzas israelíes anunciaron el sábado pasado que habían “eliminado a unos cincuenta terroristas y localizado decenas de pozos de túneles” en el este de Rafah, ciudad del extremo sur de Gaza donde sus tropas entraron el 7 de mayo.
Se reporta la destrucción de cientos de infraestructuras terroristas, incluyendo instalaciones de producción de armas y lugares de lanzamiento listos para ser utilizados.
Según periodistas de esta agencia, los disparos de artillería y los bombardeos continúan en el este y noreste de Rafah. Dos personas murieron en un campo de desplazados, según informó el hospital kuwaití de la ciudad.
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En el norte de Gaza, corresponsales de esta agencia, testigos y médicos informaron de intensos enfrentamientos durante la noche en el campo de refugiados de Jabaliya.
A principios de enero, Israel anunció que había desmantelado la estructura de mando de Hamás en el norte del territorio, pero el viernes pasado el ejército indicó que el movimiento palestino controlaba “totalmente” Jabaliya cuando llegó “hace unos días”.
Hamás declaró el sábado que “decenas de personas murieron como mártires y centenares resultaron heridas” en el campo de Jabaliya, acusando al ejército israelí de “destruir edificios residenciales (...) y atacar escuelas y refugios”.
El brazo armado de la Yihad Islámica Palestina, las Brigadas Al Quds, afirmaron haber atacado un centro de mando israelí en Jabaliya y disparado una andanada de cohetes hacia Ascalón, ciudad del sur de Israel.
La guerra estalló el 7 de octubre cuando comandos islamistas de Hamás perpetraron un ataque en el sur de Israel, que causó la muerte de más de 1.170 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de esta agencia a partir de cifras oficiales israelíes. Más de 250 personas fueron capturadas y 125 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales se cree que 37 murieron, según el ejército.
Hasta ahora 35.386 palestinos, principalmente civiles, han muerto en la vasta ofensiva de represalia lanzada por Israel, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, un territorio gobernado por Hamás desde 2007.
Tras meses de bombardeos y operaciones que arrasaron el norte y centro de la Franja de Gaza, Israel subrayó el jueves su intención de “intensificar” su ofensiva terrestre en Rafah para aniquilar a los últimos batallones de Hamás, pese al temor de la comunidad internacional por la población civil.
Además de la ofensiva, los gazatíes se enfrentan a la escasez de suministros debido al asedio de Israel. El sábado pasado “más de 300 palés” fueron descargados a través de un muelle flotante temporal instalado por Estados Unidos, declaró el ejército israelí en un comunicado.
Por su parte, el movimiento islamista palestino indicó que “ninguna vía de transporte de ayuda, incluido el muelle flotante, constituye una alternativa a las rutas bajo supervisión palestina”.
Este primer cargamento se produce tras varios días de bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, donde la ONU alerta de riesgo de hambruna. Se espera que alrededor de 500 toneladas de ayuda lleguen al territorio palestino en los próximos días.
Trece países, incluidos Reino Unido, Alemania, Francia, Canadá y Japón, exhortaron a Israel a no lanzar una ofensiva a gran escala en Rafah, calificada de “decisiva” por el primer ministro, Benjamin Netanyahu. También instaron a dejar entrar la ayuda “a través de todos los puntos fronterizos pertinentes, incluido el de Rafah”, cerrado desde que las tropas israelíes entraron en la ciudad.
Las entregas también se ven enormemente obstaculizadas en el lado israelí de los pasos fronterizos de Kerem Shalom y Erez. Estados Unidos, gran aliado de Israel que se opone igualmente a una ofensiva en Rafah, anunció la visita el domingo en Israel del consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
Desde que el ejército ordenó a los civiles evacuar los sectores orientales de Rafah el 6 de mayo, 800.000 personas “se vieron obligadas a huir” de la ciudad, según informó el sábado la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Antes de la operación se estima que 1.4 millones de gazatíes se hacinaban en Rafah, desplazados desde otras zonas del territorio, en el que viven 2.4 millones de personas.