La Sección Décima de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a cinco años de cárcel a un hombre por un delito de abuso sexual con penetración y relación de parentesco contra la hija de su pareja durante la celebración de una fiesta en su domicilio. Según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso ABC , los hechos ocurrieron el pasado 11 de septiembre de 2021, cuando el procesado celebró una reunión de amigos en su casa, a la cual no acudió su mujer pero sí su hija. Esta, junto al resto de asistentes, consumieron grandes cantidades de alcohol, pero en su caso, sobre las 5 de la mañana vomitó en el cuarto de baño y se acostó en una cama después. En ese momento, considera probado el juez, que su padrastro, al comprobar el estado en el que se encontraba, «comenzó a masajearle la espalda» y al ver que no reaccionaba, «para satisfacer sus deseos sexuales», le bajó los pantalones y la ropa interior y le introdujo un dedo en el ano , «lo cual dejó en shock a la víctima que no supo cómo reaccionar». MÁS INFORMACIÓN noticia No El «error» de una funcionaria deja sin juicio a diez alumnos acusados de agredir a un profesor tras retirarles banderas preconstitucionales Inmediatamente después, el ahora condenado, al comprobar que su hijastra no reaccionaba, se marchó a otra habitación para coger un preservativo y a su vuelta la penetró analmente hasta que la víctima emitió un pequeño grito de dolor que hizo que el hombre «pensara que pudiera darse cuenta de lo que estaba haciendo», ante lo cual se marchó de la estancia. El magistrado considera que el acusado en el momento de los hechos se encontraba bajo los efectos de bebidas alcohólicas , que si bien no anulaban totalmente sus facultades volitivas e intelectivas, si que las mermaban considerablemente. No obstante, durante el juicio oral los hechos quedaron plenamente acreditados y «sin género de duda». De hecho, estima que la declaración de la víctima fue «clara», apoyada por el informe pericial del forense que manifiesta que durante la exploración se apreciaron dos pequeñas fisuras anales, los documentos médicos sobre la denuncia al día siguiente y, por último, que el acusado reconoció los hechos en el plenario. «Sentí que me introdujo el miembro y no sabía qué hacer ni podía moverme hasta que di un grito, se dio cuenta y se fue», relató la joven que inmediatamente llamó por teléfono a una amiga y se marchó de la casa. Vivían juntos Los padres de la víctima, naturales de Ecuador, emigraron a España hace 18 años, mientras que ella se quedó en su país natal al cuidado de sus abuelos maternos hasta que sus progenitores se separaron y su madre contrajo un nuevo matrimonio con el ahora condenado. Así, en febrero de 2021, se vino a vivir con ella y se instaló a vivir en el domicilio de su padrastro, donde tuvo lugar el abuso sexual. En paralelo a la pena de cárcel de cinco años, el juez también ha decretado la prohibición de que el acusado se comunique por cualquier medio y se aproxime a la víctima, en una distancia inferior a 500 metros, en cualquier lugar en el que se encuentre, así como a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro que sea frecuentado por ella, durante un periodo de 10 años. Además, impone libertad vigilada por ocho años después de prisión, la inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades que con lleve contacto con menores por un tiempo de diez años, así como a indemnizar a la perjudicada en 20.000 euros por los perjuicios psicológicos ocasionados.