Probado y certificado en el laboratorio que la compañía estableció el año pasado en Madrid en colaboración con SGS, la solución ofrece una potencia de carga de hasta 400 kW y utiliza tecnología de refrigeración líquida de última generación (500A) para una alta eficiencia, empleando la mitad tiempo para cargar dos vehículos en comparación con un cable seco típico de 250A. Puede configurarse y diagnosticarse de forma remota a través de Internet, y su diseño elimina barreras para los conductores discapacitados.