Stefanos Tsitsipas perdió la cabeza en el primer juego de su partido de segunda ronda de Roma (el estreno para él, pues está exento de la primera por ranking) contra el alemán Struff. Sacaba el tenista griega de arranque y tuvo un par de oportunidades de llevarse ese servicio. Se puso 40-30 y su rival, muy agresivo como siempre, lo contrarrestó con una derecha cruzada ganadora. Después tuvo ventaja, y se encontró con un resto directo ganador de derecha de Struff, que devolvió el 40-40 al marcador. En los dos siguientes puntos, tiró dos bolas largas, cedió el break y estalló.
Con cierta tranquilidad, retrocedió hasta el soporte donde colocan las toallas, la novedad que llegó en la pandemia (antes se las daban los recogepelotas) y que se ha quedado para siempre, y estrelló la raqueta contra él, en varias ocasiones, incluso se le quedó atascada. Al lado estaba una recogepelotas, que no sabía muy bien dónde meterse y dio unos pasos a un lado. Tsitsipas se jugó la expulsión, porque podría haber golpeado sin querer a la chica, o al juez de línea que estaba al otro lado, o que les saltara algún pedazo de la raqueta.
El árbitro, el italiano Manuel Messina, decidió dejarlo en un aviso, un “warning”. Tsitsipas intentó dejar la raqueta en la papelera, pero no cabía y la guardó en una bolsa antes de volver al encuentro. Llegó a igualar esa rotura, pero el primer set se le escapó con claridad en el desempate (7/1). Después, el heleno consiguió empatar el partido al imponerse en el segundo parcial por 6-4 y mandar el duelo al tercero y definitivo, que no ha concluido.
