La asociación Dignidad y Justicia (DyJ) ha pedido a la Audiencia Nacional que condene a 8 años y 8 meses de cárcel al exintegrante de ETA Jose Antonio López Ruiz, alias 'Kubati', y otras cinco personas por la organización de 120 actos de homenaje a presos de ETA entre 2016 y 2020, los conocidos como 'ongi etorri'.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, la asociación solicita que se impongan 6 años de prisión por un delito de pertenencia a organización criminal y 2 años y 8 meses de cárcel por un delito de humillación a las víctimas del terrorismo y sus familiares.
Además de a 'Kubati', DyJ también pide que se condene a Oihana Garmendia Marín, Haymar Altuna, Oihana San Vicente Saez de Cerain, Carlos Saez de Egilaz Murgiondo y Felipe San Epifanio San Pedro.
La asociación apunta que "la celebración de actos de homenaje a favor de los miembros de la organización terrorista ETA, es una histórica directriz" de la banda "que responde a la necesidad de enaltecer y justificar su propia actividad terrorista, la lucha armada y a los miembros de la organización terrorista que la practican".
"La finalidad de estos actos de homenaje no es otra que la de mantener la cohesión en torno al ideario de la organización y eliminar en la militancia el repudio que merecen los crímenes terroristas, consiguiendo así, elevar la actividad terrorista a la categoría de instrumento legítimo para la consecución de sus objetivos, ensalzar a los miembros de ETA, elevándolos a la categoría de referente o modelo a seguir por parte de la sociedad vasca y navarra", incide.
"SENTIMIENTO DE ORGULLO"
Los 'ongi etorris', continúa el escrito, buscarían "generar un sentimiento de orgullo por su pertenencia a la organización terrorista y la comisión de acciones terroristas como único medio legítimo para la consecución de la independencia y la construcción de un territorio ideal e inexistente al que denominan 'Euskal Herria', enalteciendo y ensalzando a la propia organización terrorista ETA, retratándola como una organización armada defensora de la consecución de dicha utopía y de los Estados español y francés".
Estos actos de homenaje, asegura DyJ, "han recaído sobre una amalgama de entidades y estructuras locales" entre las que la asociación sitúa a Kalera Kalera, "dinámica encargada de la organización y celebración de actos de homenaje y recibimiento a los miembros de ETA excarcelados o huidos de la justicia que vuelven a España, por la prescripción de sus causas, a los fallecidos o en el aniversario de su muerte".
En su escrito, Dignidad y Justicia sostiene que Kalera Kalera mantiene una estrecha relación con la comisión de presos del partido político Sortu, con quien se habría concertado para la organización de estos actos. La dirección efectiva de Kalera Kalera, sostienen, recaía en Ohiana Garmendia y Carlos Saez de Egilaz.
NORMAS ESTRICTAS EN LOS HOMENAJES
"En su condición de miembros de la comisión de presos de Sortu, los acusados, habiendo asumido cada uno de ellos, en un claro reparto de funciones para la consecución de sus objetivos, labores de dirección y coordinación, han desarrollado una actividad tendente a organizar de forma sistemática y sistematizada los actos de homenaje a los presos con la consiguiente humillación y vilipendio a las víctimas del terrorismo", afirma la asociación.
Para ello, añade, se habrían valido "en ocasiones de Kalera Kalera y en otras ocasiones de otros movimientos sociales o asociaciones, en función de las necesidades del momento concreto".
"Este desarrollo de la organización de los ongi etorris y demás actos de homenaje a los presos de la banda terrorista se realizó a través de normas estrictas tanto en lo referente a qué presos se rendía tributo como en lo concerniente a cómo se debía desarrollar el homenaje. Así, respecto de lo primero, solo fueron tributarios de homenaje aquellos presos que se habían mantenido durante su cautiverio dentro de la disciplina del colectivo de presos", incide.
