John Swinney, un político veterano, serio pero feroz parlamentario, asumió este lunes el liderazgo del independentista Partido Nacional Escocés (SNP) y será, por tanto, el nuevo ministro principal de Escocia, tras la reciente dimisión de Humza Yousaf por romper la alianza con los Verdes.
Nacido en Edimburgo el 13 de abril de 1960, Swinney dio sus primeros pasos en el SNP en 1979, cuando ingresó en la formación y dirigió las juventudes de la formación antes de llevar a cabo puestos importantes en el partido, pasando a ser su secretario a los 22 años.
Su corriente cautelosa de nacionalismo fue forjada en la era del líder del SNP Gordon Wilson, quien encabezó el partido desde 1979 hasta 1990 y se convirtió en un colega cercano y de confianza del siguiente líder, Alex Salmond, quien emergió del ala más radical del partido.
La pérdida de escaños en las elecciones parlamentarias autonómicas de 2003 y un resultado decepcionante en la votación europea de 2004 provocaron la dimisión de Swinney.
Después, se unió al primer gobierno de Salmond como ministro de Finanzas, puesto que ocuparía durante los próximos nueve años, hasta 2014, cuando fue nombrado viceministro principal de Escocia cuando la entonces popular Nicola Sturgeon tomó el poder.
Swinney asumió el control de la Educación escocesa en 2016 y luego dirigió la respuesta del gobierno escocés a la pandemia de la covid-19 y dejó su cargo justo después de que Sturgeon renunciara en febrero de 2023.
Educado y moderado, Swinney también es un parlamentario feroz y ha sido un político serio durante casi 40 años.
"Es el tipo de persona que si necesitas un portavoz para hacer una entrevista difícil durante tres minutos en la radio y realmente no quieres decir nada, es brillante en eso", explicó a EFE el prestigioso experto en sondeos electorales John Curtice.
Al anunciar su candidatura, dijo que sus objetivos como ministro principal vendrán directamente de la tradición de centro-izquierda y aseguró que quiere aprovechar el trabajo del Gobierno escocés para crear una Escocia moderna, diversa y dinámica que garantice oportunidades para todos sus ciudadanos, agregó.
"Su obvia fuerza potencial es que es ampliamente bien considerado dentro del partido. Eso probablemente ayuda a explicar por qué no hay competencia. Cualquiera que quiera postularse en su contra probablemente tenga pocas posibilidades de éxito", subrayó Curtice.
John Swinney encarna los valores fundamentales del partido para muchos en el SNP, que reconocen en él a alguien confiable, trabajador y leal con un ardiente deseo de independencia.
Swinney se casó en 2003 con la periodista Elizabeth Quigley -en el que fue su segundo matrimonio- y tienen un hijo en común, Matthew, de 13 años, y otros dos hijos frutos de su matrimonio anterior con Lorna King -Stuart y Judith-.
A su mujer le diagnosticaron esclerosis múltiple en 2000 y esa fue una de las razones por las que Swinney consideró presentar su candidatura la semana pasada.
"También reconozco que John está haciendo un sacrificio personal porque tiene una esposa con una enfermedad muy grave. Tiene una familia, pero John está muy comprometido con dos cosas: con el SNP y con Escocia. Así que ve esto como su deber en momentos como estos para dar un paso adelante", dijo a EFE Ian Blackford, exlíder del SNP en la Cámara de los Comunes.
El nuevo líder del SNP "no necesariamente lo encontrará fácil", dijo Curtice, quien añadió: "probablemente sea el mejor para hacer un buen papel, pero cuánto sea de bueno y, por lo tanto, si puede mejorar las perspectivas presidenciales del SNP de aquí a las elecciones generales es simplemente ahora una pregunta abierta".