Sergio Salomón, el gobernador de Puebla, se anda metiendo un día sí y el otro también en la elección, y en el estado, por las elecciones, corrió sangre.
“Ay mijito, si quieres conocer a un personaje, dale poder y vas a ver de lo que es capaz”.
Este dicho viste de cuerpo completo al priista… ay no, perdón, se me olvidaba que, por un hueso… perdón otra vez, por convicción, se volvió morenista.
Ya sabemos que a los de Morena les gusta abrazar a los criminales y Sergio Salomón no es la excepción; con decirles que decidió sacar a Eukid Castañón de la cárcel para operar la campaña.
Sí, a quien fuera el brazo derecho de Rafa Moreno Valle y Martha Erika Alonso (q.e.p.d.), y de quien Miguel Barbosa -también en paz descanse- se quejaba amargamente porque decía que había operado la elección de 2018 en su contra.
A esta fichita la sacaron misteriosamente de la cárcel para operar a favor de los candidatos de Morena, Pepe Chedraui y Alejandro Armenta. Ya hasta escuchamos sus conversaciones en las que presume que el góber Salomón lo sacó de la cárcel, así como las nuevas amistades que hizo estando adentro, como el contador del Chapo o el ahijado del “Mencho” (sic); ya ven lo que dicen: dime con quién andas y te diré quién eres…
Por cierto, ya que hablo de amistades, debo aclarar que conozco y me llevo con Pepe Chedraui y Mario Riestra, ambos candidatos a la presidencia municipal de Puebla. Pero reconozco que para mí no es lo mismo que alguien sea de Morena o de la alianza, ¡ya que los primeros están destruyendo al país y los de la alianza están defendiendo las instituciones!
Ya mataron a Jaime González Pérez, abanderado de Morena a la presidencia municipal de Acatzingo, sí, precisamente en la zona del llamado Triángulo Rojo, la zona de donde es oriundo el gobernador y la región política de Armenta.
Además, debo contarles que Mario Riestra, quien va por el frente PAN, PRI, PRD, PSI, y va adelante de las encuestas, denunció no sólo redes, sino ante la fiscalía del estado, que una persona lo amenazó en uno de sus eventos; le dijo: “Ten cuidado, en el siguiente mitin tu cabeza ya tiene precio por 15 mil pesos. Te van a matar…”. ¿Se imaginan el terror?
Días después, por redes, pudimos ver un video donde presuntamente gente del PT atentó a machetazos contra morenistas en el municipio de Petlalcingo.
Por si esto fuera poco, ayer Eduardo Rivera, el candidato de la oposición a la gubernatura del estado, responsabilizó al gobernador Sergio Salomón de su seguridad. Esto después de que un grupo armado irrumpiera en el fraccionamiento donde vive y los agresores señalaran que su objetivo era meterle un plomazo en la cabeza. Por si esto no fuera suficiente pesadilla, déjenme decirles, además, que Lalo andaba en campaña y en su casa estaban sus hijos menores de edad y su esposa.
Esta es una de las nueve elecciones a gobernador que se está llevando a cabo junto con la presidencial, y que Morena sentía tenía en el bolsillo y hoy la moneda está en el aire.
Por cierto, vale la pena recordar que Sergio Salomón no llegó ahí por el voto de los poblanos. Llegó ahí porque se murió Barbosa. Barbosa confió en Salomón por su zalamería, por su servilismo disfrazado de “institucionalidad” (“lo que usted diga señor”). Por eso lo hizo líder del Congreso y por eso lo encartó para la sucesión. A la muerte de éste, los barbosistas confiaron en Salomón sin imaginar que los iba a traicionar a los cinco minutos de sentarse en la silla. Primero traicionó a la viuda, doña Rosario Orozco, hoy candidata a diputada federal por Morena (fue el único “pago” que recibió de Sergio), y luego al operador político de Barbosa, su primo Julio Huerta, hoy borrado completamente del mapa, exiliado por el propio Salomón.
Los corajes que ha de estar haciendo Barbosa desde el más allá.
Qué les cuento, que además este góber se está peleando con quien fuera su mentor político, ¡Alejandro Armenta! Hace muchos ayeres, tras ser Salomón un restaurantero, comenzó en la política de la mano de Armenta, siendo un tibio diputado local.
La primera diferencia que tuvieron Salomón y Armenta fue por la candidatura a la presidencia municipal de la capital poblana. Armenta creía tener derechos para esa definición, por la ascendencia política sobre Sergio Salomón y porque decía que era una “prerrogativa inherente al candidato a gobernador”. A su vez, Salomón opinaba que era una posición que le correspondía a él, por ser “el jefe político de la entidad”. Al final, Sergio le ganó las fuercitas a Armenta, cosa que tensó aún más la relación.
Como acaba de leer, Sergio Salomón está dispuesto a todo con tal de retener el poder, hasta de armar una elección de Estado.
Ah, y luego dicen en MC que no son comparsa de Morena, pero déjenme contarles que primero fue Pepe Chedraui, de Morena, el que dijo que no quería debatir; luego el candidato de MC, Rafael Cañedo, dijo que tampoco quería debate. Así pues, los ciudadanos de Puebla capital se quedarán sin escuchar un debate, beneficiando al oficialismo que no quiere ser exhibido.
INE, Tribunal Electoral, Segob, FGR, enterados están de lo que pasa en Puebla y de que Sergio Salomón no cuenta ni con principios o ética alguna.