Tres puntos que saben a permanencia los que consiguió el
Celta ante el
Villarreal (3-2) en
Balaídos porque le dejan a ocho de la zona roja e instauran la tranquilidad en Vigo a falta de cuatro jornadas. Con un gran partido, otra vez, de
Aspas, el conjunto local superó a un cuadro como el amarillo que empezó muy bien pero se pegó un tiro con el pie con la expulsión de
Comesaña en el 15'. Aún así, puede seguir soñando con Europa.
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