Semana a semana, la percepción del observador es que el paisaje político andaluz tiende a la foto fija. El tablero parece asentado al margen de las coyunturas, como retrata el nuevo barómetro del Centra. El liderazgo del PP parece sólidamente arraigado sin que la oposición logre debilitar ningún flanco, ni siquiera la sanidad a juzgar por la asistencia a las marchas blancas. También el azar influye: de no haber llovido, la sequía de este verano exponía a Andalucía a un sufrimiento inevitable. Pero de momento pasan los PISA y no pesan. Tampoco el 1 de Mayo ha despertado movilizaciones significativas, a pesar de la politización del festivo sindical, puesto descaradamente al servicio de la agenda sanchista. De hecho, el sanchismo...
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