A Alejandro, de 10 años, se le acaba el tiempo. Hace unos días preguntó a su madre, en medio de su lucha contra la Leucemia si el año que viene podrá volver a su colegio. «Sonreí y le dije que sí, pero no queda tiempo. Cada día que pasa es un día menos . Necesita un donante. Se acaba el tiempo. Nos quedan cuatro semanas», señala María Luisa Alcaraz, madre del pequeño. La familia lleva dos años luchando contra esta enfermedad, que les paró el mundo en el momento del diagnóstico. Los dos últimos años han visto un gran deterioro. «Lo peor es la impotencia de no poder hacer nada. Necesitamos que haya donantes, encontrar al compatible. En cuatro semanas...
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