La subida de precios e inflación en España también ha salpicado a este producto, cuyo valor ha aumentado considerablemente en los últimos meses
El aceite de oliva ha sido uno de los productos más afectados por la subida de precios y escasez de alimentos en España, debido a la fuerte inflación provocada por la guerra de Ucrania, la sequía o la pandemia, entre otros motivos. Así, el valor de este alimento ha ido subiendo considerablemente en los últimos años, con subidas que se notaban casi todos los meses. Por fortuna, habrá "dentro de poco" un respiro y habrá una fuerte bajada en el precio del aceite de oliva, con una fecha estimada, según las previsiones de un experto.
El aceite es una de las sustancias que más se utilizan en las comidas españolas. Un producto muy utilizado en la cocina, tanto para freír, como para aliñar o acompañar, y en definitiva, para cocinar casi todas las comidas. Lo cierto es que el aceite, sobre todo el de oliva, es prácticamente vital en nuestra alimentación, pues las evidencias científicas señalan que una dieta saludable debe tener un bajo contenido en grasas saturadas.
El aceite de oliva está considerado como el más sano, al estar compuesto por ácidos grasos monoinsaturados, hidrocarburos terpénicos o propiedades antioxidantes como sus tocoferoles o compuestos fenólicos. Entre sus beneficios, mejora la circulación y el flujo sanguíneo, reduce el colesterol, mejorar el nivel de azúcar en sangre y es bueno para la hipertensión.
Existen más clases de aceite, aunque no todos son iguales, ya que depende de la clase, sus propiedades o de dónde proceden, pues son más o menos aptos para cocinar. Por ejemplo, está el aceite de girasol, que es rico en grasas insaturadas, las cuales han demostrado ser beneficiosas para la salud del corazón y ayudar a reducir el colesterol. También está el aceite de coco, el caso más controvertido y que Harvard recomienda no utilizar porque "es veneno", según una investigación.
Por fortuna, disponemos del aceite de oliva, un gran aliado para nuestra salud. No obstante, su encarecido precio dificulta su obtención. Dependiendo de su variedad, el precio puede variar en supermercados como Carrefour o Mercadona, entre otros.
Según aseguraba hace unos meses el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, la previsión "es que ese precio sea un precio inferior al que actualmente es, pero evidentemente estamos hablando de aceite de oliva, donde el factor es básicamente un factor de producción nacional".
Los últimos datos de la patronal ANIERAC, la sequía ha provocado una caída de la producción por las malas cosechas, y las empresas envasadoras han puesto en el mercado 61,45 millones de litros de aceite de oliva, lo que supone un 20% menos que en los tres primeros meses de la campaña anterior.
Gonzalo Bernardos explica así que el precio del aceite de oliva podría experimentar "una bajada en enero de 2025", según dijo en una entrevista a La Sexta. "Necesitamos que haya llovido en primavera, y que cuando sea la floración ni haga mucho calor ni llueva demasiado", explicó. Asimismo, para que se produzca esa disminución, el experto asegura que la producción de AOVE debería duplicarse con respecto a las cifras de la campaña 2023-24, que fue de 847.000 toneladas.
