Los 872 días que duró el sitio alemán de la ciudad de Leningrado se convirtieron en un auténtico infierno para sus habitantes, aquejados por el hambre, el frío invernal y la desesperanza. De sus tres millones de habitantes tan solo sobrevivieron la mitad
Todo iba a comenzar con un plano secuencia muy largo, en un salón de conciertos repleto de músicos que acaban de terminar su ensayo. Uno de ellos guarda el instrumento y sale a la calle. Camina durante un rato por la ciudad destruida y acaba cogiendo un tranvía. Llega a una estación y continúa andando hasta un edificio oscuro. Sube a uno de los pisos por las escaleras y, al abrir la puerta, le recibe una mujer que lo abraza apasionadamente. Iba a ser una escena bonita, hasta que la cámara se aleja de la pareja y enfoca hacia la ventana, donde aparecen miles de tanques nazis apostados en la otra orilla del río.]]>