La provincia de Vizcaya llevaba 40 años aguardando un día como el de ayer y, tras tan larga espera, no decepcionó. La afición del Athletic se volcó por completo en la celebración de los suyos por el título de la Copa del Rey conquistado el pasado sábado en Sevilla. Un festejo con máxima expectación porque suponía el regreso de una de las imágenes más emblemáticas del fútbol español: la gabarra del conjunto rojiblanco. Noticias Relacionadas estandar No Copa del Rey Los jugadores del Athletic se van de fiesta improvisada con los aficionados por Bilbao Javier Corcuera estandar No Una Copa del Rey tan ansiada como balsámica para el Athletic Daniel Cebreiro La mítica embarcación, por primera vez desde el doblete de 1984, surcó la ría de Bilbao desde Guecho hasta el Ayuntamiento de la capital vizcaína, un trayecto en el que fueron arropados por decenas de barcos y traineras, además de miles y miles de aficionados distribuidos por todo el recorrido. Todo ello con un ambiente inmensamente festivo, tanto entre los protagonistas en el interior de la gabarra como entre la parroquia 'athleticzale'. Tras desembarcar en la Casa Consistorial, cuyas inmediaciones se encontraban colapsadas por la cantidad de aficionados allí reunidos, ofrecieron el título de Copa en el Ayuntamiento y en la Diputación de Vizcaya, donde fueron recibidos por el alcalde, Juan María Aburto, y la diputada general, Elixabete Etxanobe. Entre ambas recepciones, recorrieron las calles de Bilbao en un autobús descubierto, en el que sintieron más de cerca el aliento de los suyos. El momento cumbre de la celebración se vivió en el balcón del Ayuntamiento, en el que Iker Muniain asumió el papel de maestro de ceremonias, al más puro estilo Pepe Reina, y fue alternando las presentaciones de todos sus compañeros con los clásicos cánticos entonados cada jornada en San Mamés. En los instantes previos a brindar la Copa a su afición, el capitán del Athletic realizó un alegato en defensa de la filosofía que hace al club ser único en el mundo. «No hace falta ganar para presumir de esta filosofía única, porque 40 años hemos tardado y siempre hemos presumido de hacerlo como lo hacemos, con lo que hacemos y con el estilo que tenemos. Eso es un mérito absoluto en los tiempos que corren, pero si encima lo acompañas de un título como este, nos da la razón de que estamos en el camino correcto », mantuvo Muniain. Entre el resto de los campeones, el mensaje más repetido fue claro y ambicioso: «Volveremos a sacar la gabarra por la ría de Bilbao».
