El Museo Británico se vio envuelto el año pasado en un escándalo sin precedentes después de que salieran a la luz acusaciones contra Peter Higgs , un renombrado conservador con más de tres décadas de servicio en la institución, que fue señalado como el presunto responsable del robo y venta de valiosas piezas de su colección. El trabajador fue despedido, pero los hechos le costaron también el puesto al hasta entonces director, Hartwig Fischer, que presentó su dimisión y entonó el mea culpa. Y es que según informes del museo, se estima que al menos 1.800 artículos fueron sustraídos por Higgs, quien trabajó en el departamento de Grecia y Roma desde 1999 hasta su despido. El museo presentó una demanda ante la Justicia para obtener acceso a los registros de los sitios web eBay y PayPal asociados con la cuenta del sospechoso, en un intento por recopilar pruebas adicionales de sus actividades ilícitas, y los documentos dicen que al menos 45 compradores se hicieron con algunas de las gemas y otros objetos robados, gracias a la utilización por parte de Higgs de identidades falsas y a la manipulación de registros para encubrir sus acciones. El museo le dijo al tribunal que hay evidencias de que Higgs llevaba una década vendiendo artículos de la colección por internet. Además, se ha descubierto que muchas de las piezas desaparecidas provenían de colecciones no registradas, lo que dificulta su seguimiento y recuperación. Noticia Relacionada Hallada por casualidad estandar No El misterio de la cabeza romana enterrada en una mansión del siglo XVI M. A. Una de las pruebas presentadas es el caso de un camafeo fragmentado, registrado como propiedad del museo, que fue listado en eBay por Higgs antes de ser retirado de la venta, y las pruebas recabadas por el museo demuestran que el trabajador había alterado el registro del artículo ese mismo día para que una imagen tomada de él ya no apareciera junto a su entrada en el catálogo. El sospechoso editó al menos 83 registros internos digitales que se relacionaban con artículos robados, dañados o perdidos. Este incidente, junto con otras evidencias, sugiere una vinculación directa entre el excurador y la venta de los artículos robados, y en un registro de la policía en la vivienda del demandado en agosto de 2023 se confiscó una colección de monedas y medallas antiguas de bronce, que Higgs aseguró que pertenecían a un pariente fallecido. La policía también incautó instrucciones impresas sobre cómo editar los registros del museo. Los hechos han generado preocupación no sólo dentro de la mundialmente reconocida institución cultural, sino también en la comunidad internacional. Arthur Brand, conocido por su trabajo en la recuperación de obras robadas, señaló en su momento que los robos internos son lamentablemente comunes en instituciones con vastas colecciones, como el Museo Británico, que tiene unos ocho millones de objetos cuya custodia, según el experto, puede ser difícil de manejar. La familia de Higgs, por su parte, ha defendido su inocencia, afirmando que no hay pruebas sólidas en su contra, aunque la investigación continúa, y además aseguran que no se encuentra bien de salud.
