El 26 de marzo de 2024, el Puente Francis Scott Key en Baltimore sufrió un colapso tras ser impactado por un barco, lo que llevó a la suspensión del tráfico marítimo en uno de los puertos más activos de Estados Unidos. Las autoridades están en estado de emergencia, manteniendo el puerto abierto solo para el tráfico de camiones. Se está buscando a al menos siete personas desaparecidas tras el incidente, con una persona llevada al hospital en estado muy grave.
Al comparar este trágico suceso con la infraestructura argentina, el Puente Nicolás Avellaneda en Buenos Aires podría ser un punto de referencia debido a su significado icónico y funcionalidad similar, sirviendo como un importante nexo de transporte y teniendo en cuenta su relevancia histórica y arquitectónica.
Este puente conecta la ciudad de Buenos Aires con el área de Dock Sud en la provincia de Buenos Aires. Al igual que el Francis Scott Key en Baltimore, el Puente Nicolás Avellaneda es un puente levadizo que permite el paso de embarcaciones grandes, un rasgo característico de los puentes en ciudades portuarias.
El Puente Nicolás Avellaneda, situado en Buenos Aires, Argentina, y el puente de Baltimore, Estados Unidos, presentan interesantes paralelismos arquitectónicos y funcionales a pesar de sus diferencias contextuales y de diseño.
La estructura icónica fue construida entre 1937 y 1940, y es un impresionante ejemplo de ingeniería que combina acero y cemento, extendiéndose aproximadamente 1650 metros a lo largo del Río Matanza-Riachuelo. Este puente es particularmente notable por su sección elevable de 57 metros de altura, la cual puede elevarse para permitir el paso de embarcaciones altas, ofreciendo una luz de 43 metros cuando está levantado.
Además, incluye un transbordador gondola, único en su tipo, diseñado originalmente para cruzar carros tirados por caballos sin tener que usar las rampas del puente, convirtiéndolo en el único puente levadizo en el mundo equipado con este sistema. Aunque desde 1960, la gondola solo se utiliza cuando el camino sobre el puente está cerrado por trabajos de mantenimiento.
El Puente Francis Scott Key en Baltimore, inaugurado en 1977, es un destacado ejemplo de ingeniería que refleja la combinación de comportamientos de un arco, truss y voladizo.
Este puente de truss de acero de largo alcance, sin juntas de expansión, es el segundo puente truss de acero continuo más largo de Estados Unidos. Se convirtió en una parte esencial del Baltimore Beltway (I-695), marcando la finalización de este importante proyecto de circunvalación.
El puente, de 8636 pies (aproximadamente 2632 metros) de longitud, fue designado como una ruta de transporte para materiales peligrosos, ya que estos están prohibidos en los túneles del puerto de Baltimore y Fort McHenry. Operado por la Maryland Transportation Authority, el puente era una instalación de peaje que, para 2023, para vehículos de 2 ejes es de u$s 3 con E-ZPass Maryland y u$s 4 sin E-ZPass Maryland. Si no tienes E-ZPass y pasas por el sistema de peaje sin efectivo, el costo es de u$s 6.
Originalmente diseñado como parte de un plan para mejorar la conectividad y el tráfico a través del puerto de Baltimore, el puente también facilitaba el paso de vehículos que transportaban materiales peligrosos, dado que estas sustancias están prohibidas en los túneles cercanos.
A pesar de las diferencias específicas en diseño y contexto con el Puente Nicolás Avellaneda en Buenos Aires, ambos puentes comparten la distinción de ser estructuras icónicas en sus respectivas ciudades, subrayando la ingeniería avanzada y la importancia estratégica en la conectividad y el transporte urbano.