San Salvador. Centenares de salvadoreños participaron este domingo en una peregrinación para clamar justicia por el asesinato del arzobispo Óscar Arnulfo Romero, cometido hace 44 años.
Tras una misa conmemorativa en la capilla del hospital La Divina Providencia, en el noroeste de San Salvador y donde Romero cayó abatido el 24 de marzo de 1980, los feligreses marcharon hacia la catedral en el centro de la ciudad, portando palmas y flores, bajo la consigna “juicio y castigo para los asesinos”.
“Pedimos justicia por Romero. Tal vez quien dio la orden ya esté muerto, pero los ejecutores todavía están libres. Necesitamos que se haga justicia”, declaró a la AFP María Teresa Domínguez, una vendedora de 69 años.
“El crimen sigue impune. Todo lo denunciado ante la Comisión de la Verdad (creada por la ONU) sigue intocable. Es una vergüenza para el país, pero debemos seguir exigiendo justicia”, declaró a la AFP el cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez.
Un año después de la canonización de monseñor Romero, su muerte sigue impune
El proceso judicial por el asesinato fue reabierto en 2017 a petición de la ONG de Derechos Humanos Tutela Legal, pero no avanza y nadie ha sido condenado por este crimen, que contribuyó al inicio de una cruenta guerra civil de 12 años (1980-1992).
Romero murió por un disparo de un francotirador mientras oficiaba misa en la capilla del hospital La Divina Providencia, en San Salvador.
Poco después del crimen, estallaron las hostilidades entre una guerrilla de izquierda y gobiernos de derecha, culminando con más de 75.000 muertos y 7.000 desaparecidos, según cifras oficiales.
En 1993, una comisión de la verdad creada por la ONU concluyó que “existe plena evidencia” de que el mayor Roberto D’Aubuisson, fundador del partido derechista Alianza Republicana Nacionalista y fallecido en febrero de 1992, fue quien “dio la orden para asesinar al arzobispo”.
El camino que llevó a monseñor Óscar A. Romero a la canonización
Tras un largo proceso en el Vaticano, el papa Francisco canonizó a Romero en octubre de 2018 y lo destacó como un férreo defensor de los derechos humanos y un ejemplo de una Iglesia cercana a los pobres.
Durante la peregrinación también se clamó libertad para los inocentes encarcelados por el marco de una “guerra” contra las pandillas que desde hace casi dos años mantiene bajo un régimen de excepción el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
Lo que se pide es justicia y liberación para todos los inocentes que tiene el régimen actualmente”, declaró a la AFP el dirigente del Movimiento de Víctimas del Régimen de Excepción, Samuel Ramírez.
