La polémica y el histrionismo se perpetúan en el Concello de Orense con Gonzalo Pérez Jácome al frente. El regidor que no quiere que ningún miembro de la corporación municipal que no sea él oficialice las bodas civiles en el Consistorio, el que veta el acceso a los periodistas que no son de su agrado , y el que aparca su coche particular donde se le antoja, mantiene otra cruzada, no menor, contra funcionarios y empleados del Concello. Una funcionaria, otra más, ha pedido que se active el protocolo antiacoso del Ayuntamiento ante las «humillaciones continuadas» a las que dice que Jácome le ha sometido. Ya son al menos tres trabajadores los que han recurrido a este procedimiento, denunciando las maneras de Jácome, pero también de otros de su partido. Stella González fue durante casi dos décadas la jefa del Negociado de Comercio en el Ayuntamiento de Orense. En las últimas elecciones municipales, las del pasado 28 de mayo de 2023, se presentó en las listas del PP. Pero no salió elegida, porque iba de número diez y los populares se quedaron en siete. Después de los comicios, Jácome ordenó cesarla. MÁS INFORMACIÓN opinion Si Análisis ¿Y si PP y PSOE se ponen de acuerdo para desalojar a Jácome de la alcaldía de Orense? José Luis Jiménez Según ha podido saber ABC, Stella González ha puesto en conocimiento del departamento de recursos humanos del Ayuntamiento de Orense una serie de hechos que considera que podrían ser constitutivos de «violencia y acoso en el trabajo» y de vulneración de «los principios básicos de prevención de riesgos laborales». Presión a funcionarios González dirigió durante 18 años el Negociado de Comercio en gobiernos de todos los colores políticos. Pero con la llegada del Jácome a la Alcaldía, empezó a recibir «humillaciones continuadas». Según la versión de la denunciante, tanto el alcalde como otros miembros de su grupo político, Democracia Ourensana, han intentado intervenir en su departamento «vulnerando normas de procedimiento en la tramitación de expedientes administrativos, y también «presionando a los funcionarios a su cargo para la tramitación y firma de facturas ajenas a este negociado» . Además, Jácome acusaba a estos funcionarios de «torpedear, paralizar expedientes o dilatar sus políticas», siempre según la versión de la exjefa de este departamento. González denuncia y lamenta también que, ante este 'modus operandi' del máximo responsable del Consistorio, el departamento de recursos humanos no hizo nada para «proteger a los empleados municipales» , lo que considera la trabajadora que también constituye «una vulneración de sus derechos a la integridad moral, al honor y a la libertad sindical», que reconoce la Constitución Española. Y es que Stella González también fue delegada sindical hasta junio de 2022. Otros casos de acoso Pero el de Stella González no es el único caso de acoso laboral que achacan al polémico alcalde de la ciudad de As Burgas. Desde su entrada en el Consistorio, denuncia esta trabajadora, tanto por su parte como por la de su grupo político se llevó a cabo «una campaña de desprestigio público contra los funcionarios municipales y los representantes de los trabajadores, tildándolos de vagos e incompetentes». Llegando, incluso, «al más puro insulto, de una forma sistemática, caracterizada por el menosprecio y amenaza» hacia los funcionarios. Se les intenta »ridiculizar, creando un entorno laboral y ciudadano hostil hacia los empleados municipales», añade. Ya antes, el interventor municipal, encargado de fiscalizar las cuentas del Ayuntamiento, y la jefa de la Policía Local habían dado los pasos que ahora da la exjefa del Negociado de Comercio del Concello. El interventor había denunciado el «hostigamiento continuo, sistemático y persistente» por parte del alcalde orensano. Jácome acusaba a este trabajador de actuar con mala fe para tratar de «bombardear» su gobierno municipal. En el caso de la jefa de la Policía Local, una sentencia obligó al Ayuntamiento a indemnizarla. En esa ocasión, la denuncia iba dirigida contra el concejal responsable de Seguridad Ciudadana. Entre otras cosas, le llamó «inepta funcionaria». Hace unas semanas, Jácome también presumía en sus redes sociales de que habían «despedido a un funcionario por sus reiteradas ausencias del puesto de trabajo», y que era «la primera vez en décadas que el Ayuntamiento aparta de la función pública a un trabajador».
