El socialismo es contrario a cualquier atisbo de excelencia individual. Para que nadie quede atrás, es preciso que nadie se adelante salvo el jefe. La izquierda evoluciona fatalmente hacia una comunidad posnacional de primates bailando al compás de 'Zorra' en torno a un Macho Alfalfa . Una vez alcanzado ese estadio, será posible emprender juntos la marcha hacia la verdadera excelencia, la colectiva. La individual es pura ilusión, pero al final todos seremos la leche. La utopía socialista se acerca bastante a la visión de la resurrección de los muertos en Orígenes, que, como es sabido, se emasculó para acelerar la perfección. Le fue revelado, en efecto (aunque no es fácil averiguar por quién), que los cuerpos gloriosos de los...
Ver Más