Entre dos y tres personas al mes se internan en los hospitales públicos víctimas de complicaciones de cirugías plásticas realizadas por médicos generales. Otros también acuden a los consultorios privados para que los especialistas en Cirugía Plástica corrijan lo que otros médicos sin experiencia dejaron mal.
Así lo afirmó el presidente de la Asociación de Médicos Especialistas en Cirugías Plástica, Reconstructiva y Estética (Amecpre), Ronald Pino, al señalar que por lo general los afectados son personas que fueron tentados con procedimientos muy baratos, sin confirmar si el médico que los realiza está capacitado para ese tipo de cirugías.
En entrevista con La Nación, el especialista hizo un llamado a la población para que no caiga en ofertas atractivas que terminan siendo peligrosas para su salud y su vida.
Según Pino, las redes sociales se han convertido en el medio para que médicos generales con algún curso en el extranjero, pero sin estudios de especialización, anuncien sus servicios.
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Las mala praxis ocurren, con mayor frecuencia, en procedimiento para liposucciones, cirugías de aumento de busto y abdominoplastías.
Pino admite que este es un problema de años, se le conoce como intrusismo, y es cada vez más frecuente en la especialidad de Cirugía Plástica.
El cirujano aseveró que la mayoría de los casos son médicos generales, que no son especialistas, quienes se atreven a incursionar en procedimientos quirúrgicos propios de la Cirugía Plástica, pero son incapaces de resolver complicaciones cuando se presentan.
“No es que los cirujanos plásticos no tengamos complicaciones. Cualquier procedimiento quirúrgico puede tener complicaciones que estadísticamente están descritas, pero si es hecho por un especialista, es decir, una persona entrenada para eso, las complicaciones son menores. Además de que tenemos la capacidad para resolverlas”, declaró el cirujano.
Hay dos formas de verificar si el médico elegido para el procedimiento está calificado. La primera es llamar al Colegio de Médicos y Cirujanos o revisar su página web, donde pueden buscar si el profesional en cuestión está o no incorporado como médico especialista.
La segunda forma de verificar esa información es en la página de la Asociación: amecpre.com, donde también hay un buscador y está disponible el listado.
El ser miembros de Amecpre, afirma Pino, da garantía de que son profesionales permanentemente actualizados y acreditados ante organizaciones internacionales de Cirugía Plástica; entre ellas, la Sociedad Internacional de Cirugía Estética.
Hasta ahora, dijo Pino, desconoce que se haya realizado algún estudio estadístico de estas malas prácticas profesionales. Sin embargo, destacó entre las complicaciones más frecuentes detectadas en los pacientes están las malformaciones severas, infecciones, quemaduras y necrosis en piel (muerte de tejidos) por mal manejo de los tejidos, que quedan sin circulación.
Para él, detectar un médico que no es especialista y ofrece servicios de Cirugía Plástica es relativamente sencillo. Entre otras características, está la estrategia de cobrar muy barato. Por ejemplo, $1.200 por implantes de mama, cuando esa cantidad apenas cubre los implantes y no toma en cuenta el costo de pagar un anestesiólogo y las instalaciones de una clínica.
Pino considera que los médicos que se prestan para esto sin ser especialistas son gente temeraria. Comparó su comportamiento al de una persona que, sin tener licencia, maneja un vehículo.
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“Son muy agresivos y se pasan de las normas éticas. Constantemente lo denunciamos al Tribunal de Ética del Colegio de Médicos. Por ejemplo, denunciamos un centro porque se anunciaba como centro de Cirugía Plástica. La intervención del Colegio sirvió solo para que se cambiara el nombre”, lamentó Pino, quien asegura que plantean de cinco a diez denuncias al mes y no prosperan.
