Alfonso Rueda se resiste a entrar en detalles sobre el nuevo gobierno gallego, el primero que llevará su sello. Pero este jueves, al menos, ofreció lo más parecido a una pista desde el 18 de febrero. Preguntado por este diario, acerca de un posible guiño o gesto que formalmente refleje la apuesta en esta legislatura por la vivienda, el presidente de la Xunta en funciones deslizó que este ámbito, al igual que «otros aspectos que considero muy importantes», remarcó, «tendrá especial incidencia» y «será visible en el organigrama». Al tiempo, se cuidó de enfatizar que esto «no quiere prejuzgar nada» sobre la «estructura de la consellería» afectada; concierne a la «actividad» de la Xunta en conjunto. La pregunta venía a colación de lo que el propio Rueda expuso en el arranque de la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consello. El mandatario anunció que, por iniciativa de la Vicepresidencia segunda, que encabeza Ángeles Vázquez, y de la que dependen tanto vivienda como medio ambiente, el gobierno gallego en funciones aprobó una nueva línea de ayudas, dotada con 9,5 millones de euros, para «seguir mejorando la accesibilidad a edificios residenciales o viviendas unifamiliares». Una semana antes, el Consello aprobó 2,2 millones para que los concellos rehabiliten inmuebles y los destinen a alquiler social. Y antes del paso por las urnas, se dio luz verde a un paquete de 8,5 millones, desglosados en una nueva convocatoria de avales para menores de 36 años y ayudas directas para compras en municipios con menos de 10.000 habitantes. Medidas que dieron continuidad a otras aprobadas en el final de la pasada legislatura, en el que se anunció el objetivo, con horizonte en 2026, de aumentar en 1.800 las viviendas de alquiler social, hasta 5.600; y facilitar suelo público para 1.000 pisos protegidos. Inversión: 250 millones. La vivienda, confirmó este jueves Rueda, tiene y tendrá «muchísima importancia» en sus planes. El titular de la Xunta en funciones ratificó que no elude su «compromiso» de la campaña electoral del 18F de, durante los 100 primeros días de gobierno, licitar las primeras 375 viviendas a construir de las 4.200 prometidas para la legislatura que arrancará, salvo imprevisto, en la primera mitad de abril. «La vivienda pública tiene que tener muchísima importancia. No es que no la tuviera hasta ahora», puntualizó; pero se le prestará una «atención redoblada para cumplir los objetivos». Secretismo absoluto Rueda, en todo caso, esconde sus cartas. Está siendo tan hermético como con la fecha del adelanto electoral. Y muy escrupuloso con los plazos. Primero, constituir el Parlamento. Después, aún sin fecha, su investidura. Por último, su ejecutivo. «Tiempo al tiempo», insistió este jueves, ante la acumulación de preguntas, desde el 18 de febrero, que buscan arrojar algo de luz sobre unos planes que lleva en secreto. Nada se sabe en las consellerías, que siguen a pleno rendimiento. Una manera de mantener al personal en tensión. En funciones, pero funcionando. «Paciencia», pidió a la prensa.
