El PP ha encontrado con el 'caso Koldo' y con la ruptura entre José Luis Ábalos y el PSOE un auténtico filón. Los de Alberto Núñez Feijóo convirtieron el pleno de este miércoles en el Congreso en una sesión monográfica sobre el escándalo de las mascarillas en el Ministerio de Transportes y se afanaron en intentar extender la mancha de aceite hacia toda la bancada azul del Gobierno, empezando por Pedro Sánchez.
La tesis que intentan instaurar los populares es que el presidente decidió la salida del Ejecutivo de Ábalos hace casi tres años porque estaba al tanto de todo, un planteamiento que choca con las propias fechas de la investigación y con decisiones políticas como la de incluir al exministro en las listas de las elecciones europeas del próximo 9 de junio.
"Usted lo sabía y lo tapó. Se lo digo en nombre de todo el país, consciente de que usted lo sabía al menos desde hacía más de tres años" le dijo Feijóo al presidente en la primera intervención de la sesión de control. La tesis que intentan sustentar los populares en su estrategia de desgaste al Ejecutivo es que la salida de Ábalos del Gobierno en 2021, como parte de una profunda remodelación que afectó hasta a siete ministros, fue en realidad porque Sánchez ya conocía el 'caso Koldo'.
La acusación de los populares se topa de frente con el calendario de la investigación y de la denuncia que da pie al caso. Y que fue presentada, de hecho, por el PP de Madrid. Los de Ayuso y, en concreto, el grupo parlamentario popular en la Asamblea, registraron esa denuncia el 10 de marzo de 2022. Es decir, nueve meses después de la salida de Ábalos del Ejecutivo. Y no es hasta junio de 2023, justo dos años después de que Sánchez relevase a su titular de Transportes, cuando la Fiscalía Anticorrupción presenta en secreto una querella ante el juzgado con los indicios que ha reunido.
Más allá del procedimiento, los socialistas defienden que desde un punto de vista político la teoría de la conspiración que propaga el PP también resulta insostenible. Fuentes de la dirección del PSOE argumentan que si el partido o el propio presidente hubieran tenido alguna sospecha sobre este caso José Luis Ábalos no hubiera concurrido a las listas de las generales del 23J y, por tanto, hoy no sería diputado.
Tal y como adelantó elDiario.es, los planes de Ferraz pasaban además hasta hace una semana por conceder a Ábalos su deseo expreso de concurrir a las elecciones europeas del próximo mes de junio. Según la cúpula socialista fue el ahora diputado del Grupo Mixto quien trasladó esa aspiración al partido, que contó con el visto bueno de Pedro Sánchez. "Si llegamos a saber algo en junio obviamente no hubiéramos apostado por él en las listas de las generales. Pero es que tampoco lo sabíamos antes de que estallase todo. Por eso hace algunas semanas se plantea la opción de las europeas y se le dice que adelante", argumentan en Ferraz.
"Cesó al señor Ábalos por lo que le dijeron lo que pasaba en el ministerio, pero lo aforó por lo que pasaba en su partido", insistió este miércoles el líder de la oposición. "No nos engañe ni engañe a nadie. Su secretario de Organización no le servirá de cortafuegos", añadió. "Esta trama surge en la cabeza de su partido, está instalada en el corazón de su Gobierno y marca la partida de nacimiento de su carrera política", dijo, para concluir: "La caída en desgracia de Ábalos no le protege, le desnuda".
Sobre las razones que llevaron realmente a Pedro Sánchez a prescindir de la noche a la mañana del que fuera su secretario de Organización, ministro de Transportes y hombre clave en su proceso de primarias de 2017, el propio presidente del Gobierno negó categóricamente cualquier relación con el 'caso Koldo'. "Eso significaría que yo lo sabía y evidentemente no es el caso", contestó, el mismo día que estalló el escándalo en una comparecencia en Rabat.
Oficialmente, en el PSOE limitan las explicaciones de aquel cese a "una decisión más" de las que tomó aquella mañana de verano de 2021 el presidente. "Salieron Carmen Calvo, otros seis ministros y hasta Iván Redondo. ¿Qué tendrá que ver?", se preguntan en las filas socialistas.
En privado, varios dirigentes de primer nivel consultados por este periódico desechan de plano que Pedro Sánchez tuviera alguna sospecha sobre que José Luis Ábalos estuviera salpicado por un escándalo de corrupción y cuentan, de hecho, que al presidente le ha afectado en lo personal la catarata de acontecimientos de los últimos siete días. Sin embargo, sí hay quien apunta que a Moncloa llegaron sucesivos mensajes sobre su forma de trabajar en ningún caso relacionados con prácticas corruptas pero que le hicieron distanciarse, poco a poco, del hombre que lo fue casi todo en el PSOE a su lado y que, desde este martes, ya solo milita en las filas del Grupo Mixto.