Existe un viejo debate sobre si la política es un arte o una ciencia. A partir de las primarias, no hay duda de que la política en EE.UU. –pese a la actual sobredosis de irracionalidad– se transforma en un problema de matemáticas cuya solución final consiste en alcanzar la mayoría de 270 votos electorales que abre las puertas de la Casa Blanca . Con el agravante, tan peculiar de esa veterana democracia con un marco constitucional formulado a finales del siglo XVIII, de poder ganar sin una mayoría del voto popular. Para los demócratas, la victoria en unas presidenciales requiere tocar muchas y diversas teclas a la vez. Es decir, su camino a la Casa Blanca pasa por sumar el...
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