La reanudación de las negociaciones entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana avanza con pasos lentos pero seguros de que esta vez sí tendrá lugar en México en noviembre o antes en los próximos días, según confiaron fuentes fidedignas a ABC. Tras un largo y espinoso camino desde hace un año cuando el régimen chavista de Maduro decidió suspender unilateralmente las conversaciones, finalmente se convenció de que era necesario retomarlas para levantar algunas de las sanciones económicas que asfixian a su Gobierno . Pese a la suspensión del diálogo que se había iniciado en México hace año y medio en donde se firmó un memorando de entendimiento y luego un primer acuerdo de corte social para atender la emergencia humanitaria con el descongelamiento de 3.000 millones de dólares de fondos del estado venezolano, las conversaciones informales han continuado entre las partes. Noticia Relacionada estandar Si Maduro ordena arrestar al expresidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, exiliado en EE.UU. Ludmila Vinogradoff El juez sostiene que el investigado usó recursos de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela «para pagar sus gastos legales» endeudando el Estado con 20.000 millones de dólares En Noruega primero, luego en Washington y por último en Doha desde el 2022 las conversaciones han tenido lugar por distintas vías tanto entre los representantes del gobierno venezolano con el de Estados Unidos como con los representantes de la opositora Plataforma Unitaria que han seguido reuniéndose con el régimen chavista en Caracas para definir la agenda de la reanudación del diálogo que resuelva el conflicto político del país. La dificultad del diálogo está en el presidente Maduro que se ha mostrado renuente a abordar el tema de las elecciones presidenciales del próximo año, que la oposición exige que sean libres, justas y transparentes. «Maduro no quiere que se le presione con elecciones libres para reanudar las negociaciones pero sí pide el levantamiento de las sanciones», explicaron las fuentes a ABC. El Gobierno de Joe Biden ha flexibilizado algunas de las sanciones como la de expedir licencias a la Chevron por temporadas cortas de seis meses para explotar yacimientos petroleros en Venezuela para cobrar deudas que le mantiene el gobierno venezolano y le ha exigido a Maduro garantías democráticas, que se comprometa a permitir elecciones libres e incorpore a la oposición en las conversaciones. Otras multinacionales como la española Repson y la italiana ENI también han estado conversando para entrar en esa flexibilización. Nada a cambio Sin embargo, el régimen de Maduro no ha dado nada a cambio por la flexibilización de las sanciones y ha mantenido esos acuerdos sin tomar en cuenta a los opositores. Sólo ahora cuando se siente con el agua al cuello y asfixiado económica y financieramente es que Maduro accede a reunirse nuevamente con la oposición. El Gobierno chavista está «quebrado» y «desesperado», dijeron las fuentes. «Necesita dinero y ha fracasado en sus reuniones con el régimen chino», recordaron. Por lo pronto, las conversaciones en Caracas entre la opositora Plataforma Unitaria y el gobierno chavista giran en torno a la agenda de México que incluiría la l iberación de más de 100 de los 300 presos políticos y nueva flexibilización de sanciones económicas impuestas por EE.UU.
