No había tiempo para perder. Según un ayudante del banquillo informó al equipo de que el Villarreal había perdido en Vallecas, la plantilla al completo se lanzó al verde a celebrar el objetivo cumplido, la cuarta clasificación consecutiva para competición europea y la quinta presencia en Champions en toda la historia del club. Como para no llorar sobre el verde, como hizo
Zubimendi, mientras el resto del equipo saltaba y gritaba de alegría. El club tenía preparada una camiseta conmemorativa con el lema "We are Real" que, según
Oyarzabal, los jugadores no conocían. La felicidad se apoderó de un equipo histórico. También
Sadiq se unió a la fiesta.
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