Desde la calle Onix Ferret no. 72, en Levisa, Over Pascual Cabrera Batista manifiesta varias inquietudes que tienen que ver con problemas de indolencia y desatención institucionales, que hacen complicada y dura la existencia en esa localidad del municipio de Mayarí, en la provincia de Holguín.
Y comienza por su propia familia: La madre, con 72 años, padece de lupus hace más de dos décadas; y es precisamente ahora que se le ha hecho más difícil el acceso a la atención médica sistemática que requiere ese padecimiento tan delicado.
Manifiesta que hace más de tres meses que el especialista en Angiología no va a sus consultas en Levisa; por lo cual Over fue al policlínico local, y la
recepcionista le manifestó que ignoraba las razones de esa ausencia. Entonces, llamó a la Dirección Provincial de Salud y le indicaron que «eso es problema del municipio». Además, señalaron que, de acuerdo con la base de datos, Mayarí tenía dos especialistas en esa disciplina.
Persistente y batallador que es, Over se comunicó con la Dirección Municipal de Salud y le respondieron que solo hay un angiólogo, por lo que le es imposible rotar por otras áreas de salud; y como resultado, hay que ir a atenderse al Policlínico 26 de Julio. Llamó a este último y le comunicaron que no tienen esos especialistas
«¿Y entonces?, cuestiona Over. ¿A qué se debe ese descontrol?».
El segundo ejemplo de la desatención, considera, está relacionado con las papas que distribuyeron por bodegas en abril. Muchas llegaron en mal estado, por lo cual no todos los consumidores alcanzaron dicho producto, en momentos tan deficitarios. Hasta ahora, afirma, nadie ha dado una explicación, ni se pronuncian por hacer lo que se debe en tales casos.
El tercer asunto es lo referido a la recogida de los desechos, algo tan esencial para la salud humana, y que puede resolverse en una localidad pequeña, hasta con carretones de tiro.
«Hace más de tres meses que no se recoge, asegura; y, por supuesto, solo se escuchan comentarios y especulaciones. Pero no dan una explicación oficial. Y mientras esas cosas pasan, se sigue llenando el río de desperdicios, lo cual obliga a muchas personas a violar la ley. Los microvertederos pululan y nadie hace nada».
Y el otro elemento irritante, aun cuando Over está consciente de los problemas que presenta la generación eléctrica en el país, es que allí en Levisa, en ocasiones, quitan y ponen la corriente sucesivamente, como diez veces. Y como todo el mundo conoce, ese quita y pon acaba con los equipos.
El Gobierno municipal y las instituciones y organismos implicados en tales vacíos e irregularidades, ¿qué están esperando para atender y resolver esos problemas sin mirar para los celajes nacionales, y también para explicar con transparencia las razones de lo que no fuera posible solucionar?