En una alocución optimista y mirando al futuro de la relación, el Jefe del Estado quiso poner en valor «el dinamismo de los intercambios económicos y empresariales» entre ambos países. De hecho, operan en Colombia más de 800 empresas españolas que se «caracterizan por su compromiso con el desarrollo y la prosperidad de la sociedad colombiana», subrayó Felipe VI.
Más allá de los asuntos económicos, el Rey quiso poner en valor el esfuerzo por la construcción de la paz del presidente Petro y la condición de España como acompañante en este proceso.
«La construcción de la paz ha sido siempre un pilar de nuestra relación». Terminó el Monarca apelando a «continuar por el camino de la concordia y hermandad entre nuestros pueblos».
Por su parte el colombiano improvisó un discurso en el que destacó que la cena de gala «es un encuentro entre América y Europa y un vínculo para establecer un cambio paradigma». En en este sentido, insistió en que «Europa ha cambiado y variado para bien». No obstante criticó el consumismo, y en un discurso filosófico advirtió de los efectos del cambio climático, que podría dejar «en pañales los totalitarismos». Un largo discurso de 19 minutos en el que el mandatario divagó sobre el futuro de la humanidad y la necesidad de un cambio en el orden mundial.
A la cena acudieron alrededor de cien invitados que disfrutaron de un menú firmado por el Celler del Can Roca compuesto por ensalada verde, lubina con sabores del Mediterráneo y haba de cacao.El mandatario colombiano cumplió con lo dicho el día anterior y, pese a que el protocolo exigía frac para los hombres, acudió en traje y corbata.
Entre los regalos que se intercambiaron, los Reyes agasajaron al matrimonio colombiano con una réplica de la llave el El Pardo, un bolso de piel de artesanía, tres juegos de candelabros de cristal de la granja, una lámina de Rafael Seco y un marco de plata con foto oficial. Por su parte, el Rey Felipe VI recibió un sombrero vueltiao colombiano, un jarrón tamo, unas mancornas en esmeralda y un libro de Parques Naturales. La Reina Letizia fue agasajada con joyas, aretes con esmeraldas y una bandera werregue.
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