Si escucha decir «hace un día de Fallas », seguramente se encuentre delante de un valenciano. Música, «caloret», dos de la tarde y mascletà en la plaza del Ayuntamiento. Un ritual imprescindible que escenifica una miscelánea de fervor, devoción, tradición, arte, cultura y gastronomía. Una experiencia única que cada año reúne a miles de turistas que buscan vivir en primera persona la magia de una fiesta declarada por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad . Las Fallas de Valencia son, sin lugar a dudas, uno de los mayores motores económicos de la capital del Turia gracias al turismo que genera cada ejercicio. En sus calles se plantan cerca de 800 monumentos compuestos de los famosos 'ninots' y la pirotecnia se convierte en la banda sonora de una ciudad que del 14 al 19 de marzo no descansa . Por ello, la primera recomendación que le podemos hacer es que no venga en coche y que utilice siempre que pueda el transporte público o camine. MÁS INFORMACIÓN noticia No Calendario laboral 2023 en Valencia: qué días y en qué municipios son festivos en Fallas Si no es la primera vez que visita Valencia para disfrutar de las Fallas, tal vez ya conozca los lugares y las actividades imprescindibles. No obstante, si no es el caso, a continuación le explicamos lo que no se puede perder y todo lo que debe ver y hacer para adentrarse en unas celebraciones sin comparación a lo largo y ancho del planeta. 1. Ver una mascletà La plaza del Ayuntamiento se convierte desde el 1 hasta el 19 de marzo en una auténtica catedral de la pólvora. Todos los días, a las 14 horas , se dispara una mascletà en el céntrico enclave del 'Cap i Casal'. La sensación es indescriptible. Las pulsaciones y la adrenalina aumentarán y al día siguiente no tendrá más remedio que volver. Para ver bien el espectáculo pirotécnico, es aconsejable llegar con tiempo, sobre las 13.00 horas. Imagen de una mascletà de las Fallas de Valencia ROBER SOLSONA 2. Ver las fallas de Especial y del Ayuntamiento Los monumentos de las Fallas de Valencia se encuentran agrupados por categorías diferenciadas por su coste económico. En total, se disponen cerca de 800 «obras de arte» entre grandes e infantiles por toda la ciudad, aunque las más importantes se ubican principalmente en la zona del centro. La primera de ellas, que no entra a concurso, es la falla del Ayuntamiento , que está situada en la misma plaza consistorial. Después, a pocos minutos caminando, se puede visitar la falla de Convento Jerusalén, que se enmarca en la categoría de Especial . El resto de monumentos de este grupo son: Na Jordana, Almirante Cadarso-Conde Altea, Exposición-Micer Mascó, Cuba-Literato Azorín, Plaza del Pilar, Sueca-Literato Azorín, Reino de Valencia-Duque de Calabria y L'Antiga de Campanar. 3. Comer una paella valenciana Si el plan de tomar una bebida y acudir a la mascletà le parece ideal, si encima le añade comer una paella valenciana después, tal vez se convierta en el mejor día de su vida. Pero, ojo, valenciana, con la receta tradicional, hecha a leña y con los condimentos que marca esta religión culinaria. Por el centro de la ciudad, hay algunos establecimientos hosteleros icónicos como Casa Baldo, Pelayo Gastro Trinquet, Puerta del Mar o Casa Carmela, ubicada en la playa de la Malvarrosa. 4. Ver las luces de Ruzafa Las Fallas de Valencia son, también, un culto a la luz. Todas las comisiones y agrupaciones adscritas a la fiesta colocan en sus demarcaciones diferentes decoraciones lumínicas que envuelven sus monumentos grandes e infantiles. Las mejores se encuentran en el barrio de Ruzafa, a unos diez minutos caminando desde la plaza del Ayuntamiento. Allí, podrá encontrar las fallas de Sueca y Cuba Literato-Azorín , quienes colocan las mejores luces de la ciudad con diferentes espectáculos en horas concretas de la tarde-noche. 5. Presenciar la Ofrenda Además de la gastronomía, la fiesta y los 'ninots', uno de los momentos más emocionantes para los falleros es la Ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados , patrona de la ciudad. A la 'Geperudeta', como la conocen los valencianos, le llevan miles de ramos mientras las falleras lloran a su paso. Digno de presenciar y vivir desde dentro, un desfile que transcurre por toda la ciudad y que se celebran los días 17 y 18 de marzo por la tarde y por la noche. 6. Comer unos buñuelos Entre tanto movimiento, es necesario descansar y cargar fuerzas. Y qué mejor que una docena -o media- de porras (churros) o, lo que se toma en Valencia, buñuelos. Por todo el centro de la ciudad, así como en otras zonas como Patraix, Benimaclet, Creu Coberta, Zaidía... se disponen cientos de puestos ambulantes que venden estos deliciosos productos a precios populares. 7. Bailar en una discomóvil En una fiesta como las Fallas no podría faltar la música de las orquestas y las discomóviles. Pero, en este caso, es que todas las comisiones de la ciudad, cerca de 400, organizan este tipo de eventos de ocio, ya sea en horario de tarde o por la noche después de cenar. En estas verbenas , se puede disfrutar desde la sesión de Shakira y Bizarrap contra Piqué hasta Paquito el Chocolatero pasando por el 'Flying Free' o 'No rompas más, mi pobre corazón'. Clásicos, música actual, DJs y cantantes de orquestas que conforman unas fiestas que duran hasta las 4.00 horas de la madrugada, según estipula el bando municipal. Montaje de una falla de Valencia MIKEL PONCE 8. Disfrutar de la Nit del Foc Más allá del fuego y la pólvora de las mascletaes diurnas de la plaza del Ayuntamiento, durante los días grandes de la fiesta, el Ayuntamiento organiza diferentes disparos pirotécnicos nocturnos en diferentes enclaves de la ciudad. El más importante, el de la Nit del Foc , que tiene lugar en la madrugada del 18 al 19 de marzo a la 1.00 horas . Este año, como novedad, se ha cambiado su ubicación a una explanada situada en la parte posterior del Palau de Les Arts. 9. Participar en una Despertà Si le parecen pocos petardos los que se tiran en mascletaes y espectáculos pirotécnicos y, además, es madrugador, su lugar son las despertàs . Como su propio nombre indica, esta actividad consiste en despertar a los vecinos de los barrios a las 8.00 horas de la mañana tirando 'masclets' y toda clase de material pirotécnico. Ya les hemos avisado, en Fallas se duerme más bien poco. 10. Conocer Valencia Huelga decir que no a todos los valencianos les entusiasma las Fallas, muchos de ellos se aíslan del jolgorio de las fiestas y otros incluso se marchan de la ciudad durante estos días. Asimismo, los turistas no solo llegan a Valencia en marzo para vivir estos festejos, sino que también aprovechan para conocer de primera mano los entresijos de una ciudad catalogada como la mejor para vivir del mundo según Internations. El Mercado Central, el Palacio del Marqués de Dos Aguas, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, la playa de la Malvarrosa, Mestalla, la Albufera, el CaixaFòrum, el Oceanogràfic, el Bioparc, los barrios de Ruzafa y el Carmen. Visitar estos lugares, encima en Fallas, es una maravilla que no te puedes perder. 11. Dormir poco Que un fallero duerma más de cuatro horas en fallas se puede considerar hasta un sacrilegio. Por ello, hay que diferenciar entre falleros y festeros, pues los hay que viven las fiestas desde la despertà al cierre de la verbena y otros que aparecen en los casales a la hora de comer. Para saber qué tipo eres de los dos, hay que vivirlo de primera mano, aunque ya está el 20 de marzo para dormir todas las horas pendientes de sueño. Cremà de una falla de Valencia MIKEL PONCE 12. Despedirse con la Cremà Por último, para coronar la fiesta, la noche del 19 de marzo es el momento elegido para quemar los monumentos grandes e infantiles de cada falla. A las 20.00 horas las pequeñas y a las 22.00 horas las mayores, aunque determinadas comisiones tiene horarios diferentes de Cremà por la actuación de los Bomberos, así como la del Ayuntamiento y las ganadoras de la sección especial. Con todo ello, si tiene decidido venir a Valencia en Fallas , dispóngase a abrir los cinco sentidos para disfrutar de una fiesta incomparable que aúna tradición, música, pólvora, arte y cultura a partes iguales.
