Marco Jiménez, director general de Lenovo México
La pandemia y pospandemia demostraron la importancia de la tecnología en la educación, sin importar el tipo o nivel que se esté cursando. La transformación educativa que hemos vivido en los dos últimos años, no ha tenido precedente alguno y uno de los objetivos es garantizar que el ritmo logrado en cuanto a apropiación tecnológica por este sector se mantenga.
La ubicuidad que nos dio el aprendizaje y la educación a distancia no es exclusiva de los estudiantes y de las instituciones. Algo que he podido observar es que las empresas e individuos están exigiendo cada vez más herramientas que les permitan desarrollar sus negocios, labores, estudios e incluso su talento. Para dar mayor contexto, de acuerdo con un estudio de Deloitte, los últimos años han obligado a las organizaciones a replantearse el papel fundamental del aprendizaje, lo que los ha llevado a desarrollar estrategias que les permita integrarlo con el negocio. De hecho, casi el 50 por ciento de las organizaciones planean priorizar su estrategia de aprendizaje y desarrollo de sus colaboradores para mantenerse al día con el entorno tan cambiante(1).
Las nuevas tecnologías han permitido transformar el sistema educativo y de aprendizaje, y han hecho que la educación esté disponible para cualquier persona, en cualquier momento, sin importar el lugar donde se encuentren. Según el Informe de crecimiento y tamaño del mercado de tecnología educativa (EdTech) 2030, el mercado fue valuado en alrededor de 106 mil millones de dólares en 2021, y se espera que se expanda a una tasa compuesta de crecimiento anual de alrededor del 16 por ciento, lo que estima que tendrá un valor de alrededor de 400 mil millones de dólares para 2030(2). De igual forma, se espera un valor similar para el mercado del e-learning tan solo para 2026(3).
Con esto en mente me atrevo a decir que el rol de las empresas de tecnología como habilitadores de soluciones en el sector educación nunca había sido tan importante. Como líderes de la industria tenemos el compromiso de ayudar a las personas a aprender de forma más inteligente, conectarse más rápido y colaborar mejor, sin importar si el formato es presencial, virtual o ahora el famoso híbrido.
Profundizando aún más, la implementación de la Inteligencia Artificial en los programas y dispositivos que se utilizan para el aprendizaje ha permitido ahondar en aspectos que impactan en el mejoramiento de la forma en la que aprendemos. La UNESCO afirma que el despliegue de tecnologías de IA en la educación, debe tener como objetivo mejorar las capacidades humanas para una colaboración efectiva entre humanos y máquinas en la vida, el aprendizaje y el trabajo, y para el desarrollo sostenible(4). Desde la cancelación del ruido de fondo en una clase a distancia, hasta funciones que permiten medir y analizan la atención o el estado de ánimo de un estudiante en clase, la IA puede ayudar a los estudiantes a aprender con calidad cuando se combina con materiales de aprendizaje e instrucción de alta calidad.
De igual forma, tecnologías como la realidad virtual y realidad aumentada también tienen un impacto profundo en el sector educación, ya que permite que el aprendizaje sea más inmersivo y por ende más atractivo, donde un estudiante puede explorar temas complejos de una manera vivencial versus los métodos tradicionales de enseñanza. De hecho, un estudio reveló que la realidad virtual tiene un efecto positivo en los logros de aprendizaje de estudiantes de primaria, de igual forma se demostró que la retención de conocimiento con realidad virtual inmersiva en el aprendizaje de los estudiantes es mayor en comparación con el uso de sistemas semi-inmersivos y no inmersivos.
Como industria, debemos prestar especial atención a nuestro papel como desarrolladores de tecnología en un mundo que se encuentra en constante transformación. Nuestras soluciones deben adaptarse a los cambios de los roles educativos. Los profesores ya no son la única fuente de información en el modelo contemporáneo y, de igual forma, los estudiantes dejaron de ser receptores pasivos para pasar a asumir una mayor responsabilidad por su propio aprendizaje a través del uso de la tecnología.
Con esto en mente, debemos considerar la implementación de herramientas que aporten a este nuevo y creciente modelo de aprendizaje. Desde software que facilite la administración de clase y la creación de contenidos pertinente y de calidad, hasta hardware que permita a los usuarios solamente preocuparse por enfocarse y concentrarse en el contenido. Ayudar a las empresas, instituciones educativas, gobierno e incluso individuos a crear un entorno de aprendizaje impulsado por la tecnología, será clave para el éxito académico.
(3) https://www.statista.com/statistics/1130331/e-learning-market-size-segment-worldwide/