Venezuela contratará con un astillero iraní la construcción de dos petroleros en el marco de un acuerdo de construcción existente que se ha visto obstaculizado por retrasos en los pagos y dificultades con las certificaciones necesarias, según personas familiarizadas con el asunto y documentos.
Por Mircely Guanipa y Mariana Párraga | Reuters
Desde el año pasado, la estatal venezolana PDVSA ha redoblado sus esfuerzos por comprar y alquilar petroleros para reconstruir su propia flota. Sus operaciones marítimas han sufrido una prolongada falta de capital y las sanciones de EEUU que han hecho difícil obtener seguros y recibir clasificaciones esenciales para navegar en aguas internacionales.
Los dos nuevos petroleros Aframax, que se llamarán India Urquía e India Mara, costarán 31,66 millones de euros (33,77 millones de dólares) cada uno, según se desprende de un documento interno de PDVSA en el que se detalla el acuerdo propuesto.
Los buques serán construidos por la Compañía Industrial Marina de Irán (SADRA) en su astillero de Bushehr, que construyó dos buques anteriores para PDVSA, los Aframax Arita y Anita, que pueden transportar cada uno entre 500.000 y 800.000 barriles de petróleo.
“(La construcción del) India Urquía debe comenzar pronto”, dijo una de las fuentes.
El acuerdo llegará después de que Venezuela saldara con combustible una deuda pendiente con Irán, según el documento, una de las razones por las que el contrato no ha funcionado como estaba previsto inicialmente.
PDVSA entregó a Irán a finales de 2021 un cargamento de fuel-oil de 644.000 barriles valorado en 33,9 millones de euros.
“El astillero recibió 30,34 millones de euros para saldar la deuda pendiente por el buque tanque Arita”, y otros 1,99 millones de euros se destinaron en agosto al pago de sobrestadías acumuladas, según el documento.
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