La rinoplastia es un procedimiento correctivo cuyo objetivo es modificar la forma y/o el tamaño de la nariz, mejorando la estética y asegurando que se mantenga equilibrada con las proporciones de la cara para una apariencia bonita y natural. Sin embargo, también podemos mejorar la función respiratoria en caso de que se encuentre alterada.
Son candidatos excelentes las personas mayores de 15 años que tienen un buen estado de salud general y buscan mejorar su apariencia, no una perfección absoluta, siendo realista con sus expectativas.
Los cambios estéticos en la nariz pueden ser pequeños o radicales, pero el objetivo es que la nariz no sea el centro de atención, que la cara del paciente sea la misma pero mejorada, más guapa, y que una persona que la ve por primera vez nunca se dé cuenta de que está operada.
Las técnicas quirúrgicas han evolucionado significativamente en los últimos años y ha adquirido relevancia la Rinoplastia de Preservación, donde las estructuras superficiales de la nariz son conservadas, eliminando la necesidad de reconstrucción, obteniendo resultados más naturales y disminuyendo las complicaciones. Además se han incorporado tecnologías como el uso del bisturí ultrasónico que produce menos inflamación y respeta los tejidos blandos.
La cirugía se realiza en un quirófano bajo anestesia general, tiene una duración aproximada de 3 horas y requiere una noche de ingreso hospitalario. El postoperatorio no es doloroso. Habitualmente no colocamos taponamientos nasales, por lo que durante los primeros días el paciente siente congestión nasal y algo de dificultad para respirar pero suele resolverse rápidamente al bajar la inflamación. Al cabo de 7-12 días retiramos los puntos y la férula nasal, y el paciente puede hacer vida normal.
La inflamación de la rinoplastia va disminuyendo paulatinamente, pero suele tardar varios meses en desaparecer del todo. El resultado final no se puede valorar hasta pasado al menos un año de la cirugía. Sin embargo, después de 6 meses ya se tiene una idea bastante cercana de cómo quedará la nariz finalmente.
A la hora de elegir un cirujano es importante poder valorar sus resultados con fotos de pacientes operados. Para ello, hoy en día, la web y las redes sociales como Instagram son muy útiles.
Aunque poco frecuentes, la rinoplastia (como cualquier cirugía), implica riesgo de complicaciones como infección, hemorragia o problemas de respiración. En aproximadamente 5-10% de los pacientes, es necesario realizar una revisión quirúrgica para corregir defectos menores. Muchos de ellos son impredecibles incluso en manos expertas, ya que dependen de la cicatrización de cada paciente. Se pueden minimizar los riesgos siguiendo las indicaciones del cirujano y acudiendo a un profesional cualificado que domine tanto la parte estética como la funcional de la nariz.
