Las lesiones y el cambio generacional obligaron la semana pasada al responsable de la selección femenina española de baloncesto, Miguel Méndez , a completar el puzle de la convocatoria con muchas caras nuevas. Pese a que el equipo ya está clasificado para el Eurobasket , que se disputará este mismo junio en Eslovenia e Israel, el grupo no quiso desaprovechar la ventana y la intensidad fue máxima. La selección sumó dos nuevas victorias, ante Rumanía el jueves y ante Islandia ayer (han acabado la fase invictas con seis triunfos) y, con los deberes hechos, el equipo regresó a casa con la satisfacción que proporciona el trabajo bien hecho. Especialmente feliz estaba Marta Canella (Vigo, 27 años), que, tras toda una vida jugando al baloncesto, ha sido recompensada con su primera convocatoria con la absoluta. Un escenario muy diferente al que la jugadora vivía hace un año, cuando compaginaba un trabajo de oficina en una consultoría con ser capitana del Barcelona en la segunda división española. Con la habitual prudencia de los gallegos y con una voz risueña, Canella atiende a ABC tras cumplir lo que sin duda es un sueño. «No me lo esperaba en absoluto. Sabía que había entrado en una prelista junto con otras compañeras del Barça , pero no contaba con ir al final porque éramos como unas 25 o 30 jugadoras y aquí la gente, es que es muy buena, España es una de las grandes potencias mundiales en el baloncesto. Está al alcance de muy pocas y yo no me veía aquí ni en sueños. Ahora toca trabajo, trabajo y trabajo y, mientras pueda, pues a disfrutarlo», asegura la escolta, que anotó cinco puntos en su debut ante Rumanía. «Al principio me sentía algo nerviosa, pero un vez quitado el gusanillo del debut, me sentí muy cómoda», explica Canella , quien también vio como Laia Palau , jugadora más laureada de la historia del baloncesto español y ahora enlace entra plantilla y cuerpo técnico, le seguía muy de cerca durante sus primeros pasos como internacional. «En uno de los primeros entrenamientos estaba un poco incómoda, no me salían las cosas. Se me acercó y con un consejo muy sencillo, me ayudó mucho. Me dijo que fuese a lo que se me da bien, a ser dura, a defender, que las cosas en ataque ya llegarían. Tener alguien de su experiencia a nuestro lado es genial». Dudas sobre su futuro Aunque ahora Canella goza de la siempre anhelada estabilidad deportiva, ya como profesional al cien por cien, su carrera puede calificarse como una montaña rusa. Desde sus primeros botes en su Galicia natal, en el Nigrán o en el Celta de Vigo , hasta la actualidad, donde ha sido el emblema de la vuelta del Barcelona a la primera división tras 20 años de ausencia. Pese a que siempre destacó como uno de los grandes proyectos del noroeste, habitual en la selección gallega y posteriormente en las inferiores de la española, hasta la fecha no había conseguido consolidarse en la primera categoría nacional. De hecho, con el objetivo de llegar a la absoluta como un sueño casi improbable, la baloncestista optó por jugar con la selección 3x3 para aumentar su experiencia internacional. «Me ha cambiado como profesional, para mí fue un soplo de aire fresco porque es otra vía para competir con tu país por títulos internacionales. Esto me hizo exigirme mucho y me ha hecho mejor jugadora en general», narra la viguesa. Noticia Relacionada Baloncesto estandar No Doncic y Durant, en el camino hacia el Mundial 2023 Emilio V. Escudero La selección española se medirá a Estados Unidos y Eslovenia en la gira de preparación del próximo verano Aún con su buen papel en la selección 3x3 (campeona de Europa en 2019) y el fulgurante ascenso del Barcelona , Canella se planteó seriamente si podría vivir del baloncesto exclusivamente. Hasta esta temporada, la gallega compaginaba los entrenamientos con un trabajo de analista de datos en una consultoría, lo que convertía su día a día en un auténtico laberinto. Necesitaba pedir vacaciones para poder ir a jugar con la selección y los cambios de turno con sus compañeros para poder entrenar y competir como azulgrana eran habituales. «Al final me veía que no estaba en ninguno de los dos sitios al cien por cien, pero claro, los dos trabajos eran dos muy buenas oportunidades laborales para mí. Y cuando empezó la temporada pues ya me decidí a ser profesional en su totalidad. Pero estoy supercontenta, no me he equivocado. A veces me da un poco de rabia por no haberme decantado antes, pero también me llevo la experiencia de haber vivido al otro lado, trabajar de algo que has estudiado, trabajar de algo que no es tu pasión. Eso me ha hecho valorar mucho más lo que he conseguido». Dicen que los sueños, de vez en cuando, se cumplen, y la historia de Marta Canella es el mejor ejemplo de ello.
