¡Hola familia! es el «libro de instrucciones» que los niños no traen bajo el brazo. La última obra del psicólogo Álvaro Bilbao es un diccionario imprescindible para que los flamantes padres estos entiendan, de forma muy sencilla, todas las emociones por las que puede pasar un niño durante sus primeros años de vida. No abunda tanto en temas de psicomotricidad y sueño -aclara el autor-, como en las explicaciones sobre el pensamiento del niño para que los padres entiendan lo que pasa por su cabecita: «En esencia, es simplemente una guía para conectar con el bebé ». Con este libro, apunta Bilbao, «trabajamos más con el hemisferio derecho del bebé y al igual que ocurre con los cuentos infantiles, no hay una moraleja clara, explícita. El mensaje está implícito, buscamos que los padres aprendan de una forma más sencilla, intuitiva. Las ilustraciones son imágenes que se te quedan grabadas y te dejan determinadas sensaciones». Esto lo ha hecho así porque a su juicio, « las familias reciben demasiada información , y en exceso detallada. Tienen a su disposición libros como enciclopedias sobre alimentación, sueño, lactancia, comportamiento, psicomotricidad fina, gruesa… Mi idea era hacer un libro muy sencillo, que simplemente permitiera a los padres conocer y comprender para conectar mejor con su bebé». De hecho, insiste, «sabemos por estudios que ser empáticos con el bebé y conectar con él son las dos claves más importantes para el buen desarrollo emocional y un apego seguro del niño». Noticias Relacionadas estandar No Rafa Guerrero: «La clave de un buen desarrollo emocional está en los padres, nunca en los niños» Carlota Fominaya estandar No «Si un niño crece sin ser escuchado su sistema nervioso estará siempre alerta» Carlota Fominaya -Hoy se habla mucho del apego, pero a la vez muchos desconocen cómo lograr construirlo correctamente. -Todo el tema del apego nace en la década de los setenta. Es en ese momento cuando surgen un montón de investigaciones y se empiezan a conocer investigaciones realizadas en Estados Unidos e Inglaterra sobre esta teoría. Pero es cierto que las conclusiones han tardado en llegar un poco a nuestro país y, por ende, en calar en la cultura, en la sociedad de la educación. Rosa Jové o Carlos González fueron los primeros en hacer divulgación de este tema, -¿Qué duda sigue habiendo respecto a este concepto? -La más importante, la que más gente pregunta, la que más dificultades supone, y a mi me preguntan también en consulta, es la que tiene que ver con cómo compaginar el apego con los límites. Porque muchos padres que quieren hacerlo bien se encuentran con que hay distintas corrientes: crianza consciente, respetuosa, apego... Cada vez hay más modelos y los padres tienen más confusión. Hay un porcentaje de padres que se enamoran de la idea de que es muy importante atender al niño y evitar la frustración, pero lo que yo veo es que en un porcentaje de casos significativos pierden un poco de vista la importancia de los límites. Me gusta explicar que el apego se desarrolla cuando tú le das al niño lo que necesita pero hay que diferenciar entre el capricho. No es dar comida cuando el niño no necesita comer, es dar un abrazo cuando el niño está asustado. Y cuando el niño necesita un límite hay que darle ese límite. -Es ahí donde flaqueamos -He visto casos de padres enamorados de sus hijos, que han hecho porteo, colecho, pecho a demanda hasta los 5 o 6 años, 'todo por el niño', familias en las que al final, el niño no ha aprendido límites y los padres no han aprendido a gestionar. En consulta vemos casos de padres que han sido los más amorosos, más entregados, que están perdiendo los nervios y acaban dando un sopapo… Se están dando situaciones de mucha agresividad, que se podían haber evitado si desde pequeñitos vamos poniendo límites, con normalidad. -Con el tema de los límites todos tenemos problemas, o porque nos pasamos o nos quedamos cortos. ¿Dónde está el punto medio? -En el equilibrio. El cerebro necesita mucho equilibrio. Llevo veinte años dando talleres de habilidades sociales y siempre se lo digo a todos los pacientes: En el centro está la asertividad, a la derecha, agresividad, y a la izquierda la pasividad. Nadie está en el centro. Lo normal es ser una persona perfectamente asertiva en su puesto de trabajo a la que en casa la asertividad le baila un poco y con los niños no tienen tanta paciencia. -En otro orden de cosas. Su libro es para familias que se acaban de 'estrenar en la paternidad'. Hay quien llega a asegurar que el verdadero reto en el posparto está en no divorciarse. -El libro va a transmitir en lugar de exigencia, obligación, estrés, es un libro que ayuda a estar relajado a simplificar. Vamos a hacer algo sencillo para que sus padres sientan que la paternidad es un poco más fácil de lo que parece. Hay que ponerse un poco en lugar del niño y, a veces, simplificar. -Los padres por lo general, ¿se complican demasiado la vida? -Sí, a menudo tienen toda la parafernalia, que si walkie-talkies, distintos tipos de portabebés, mantas, cunas Montessori, de colecho.. Cuando más que comprar cosas, lo más importante que necesitamos para cuidar un bebé es sentido común y empatía. Siempre digo en las conferencias que mi mujer no se ha leído un libro y es una madre maravillosa. Déjate llevar por lo que tú sientes, escúchate un poco, escucha al bebé… Probad a ver lo que os viene bien. Cada niño es distinto… -Hoy en día, ¿les damos el tiempo suficiente a los niños? -No les damos tiempo. Esto es algo que también veo bastante a menudo en consulta: padres que trabajan mucho, y desde que el niño nace, contratan una 'salus' por la noche, cuando estás de baja por paternidad y tiempo tienes. Cuando vienen a consulta suelo preguntar cuál es la rutina familiar y algunos me cuentan que tienen una chica interna y que llegan cuando los niños ya están bañados y están cenando con la cuidadora. Después, subo a darles el beso mientras cenan con su mujer y se toman una copita de vino. Hay muchos padres así, que no contemplan cenar con tus hijos hoy en día. O que se van de vacaciones y se llevan a una persona que está pendiente de sus hijos. Pues se están perdiendo una parte que te da mucha chispa y aventura… Qué importante es hacer las cosas por ti mismo. Con este tipo de dinámicas realmente no conocen a su hijo y cuando este tiene 8 años se lamentan del tiempo que no han aprovechado porque han subcontratado sus labores. Todo puede parecer legítimo pero muchas veces en una familia se dan todas estas circunstancias juntas. Ejercer de padres a los niños les viene muy bien . El niño quiere que le recoja del colegio alguien que conozca de su familia, su padre, su madre, sus tíos o su abuela. Esa es una de las tres preguntas que suelo hacer en consulta: quién lleva al cole al niño, quien le recoge, cómo pasáis el fin de semana y cómo celebráis los cumpleaños. 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Se da cuenta cuando están los padres o cuando está siempre bajo el cuidado de otras personas, donde el niño estaría recibiendo poco tiempo de calidad.
