El Ayuntamiento de Madrid y el propietario del edificio desalojado La Quimera , en Lavapiés , se encuentran en conversaciones «avanzadas» para que el inmueble se destine a albergar vivienda pública en la ciudad. Así lo ha manifestado el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, quien ha manifestado que en el edificio han de llevarse a cabo «trabajos de adecuación y rehabilitación interior» al tiempo que ha señalado que «entre el ayuntamiento y la propiedad hay plena disposición para llegar a un acuerdo y destinarlo a vivienda social». Fuentes ha añadido que «las conversaciones muy avanzadas» y que a «a partir de ahora se hablará con la propiedad para que pueda ceder el inmueble en su totalidad». «Ahora toca sentarse y ver la rehabilitación, ver si se puede intensificar el uso, y una vez definido el proyecto, poder generar el mejor modelo jurídico necesario para ceder el edificio», ha trasladado. El inmueble, situado en la plaza Nelson Mandela esquina con la calle Amparo, fue desalojado a finales de septiembre. Tras muchos años sin actividad ni nadie viviendo así, asociaciones y colectivos sociales lo okuparon para crear el 'Centro social reokupado y autogestionado (CSROA) La Quimera de Lavapiés', que funcionaba de forma asamblearia y donde realizaban actividades culturales, talleres de todo tipo, 'jam sesions', conciertos, charlas antiracistas y anticapitalistas, comedores del Sindicato de Manteros y Lateros, fiestas interculturales, etcétera. Noticia Relacionada estandar Si Lavapiés, tras La Quimera: «Hay jeringuillas en los portales, atracos y se drogan en la calle. Hay miedo a salir de casa» Carlos Hidalgo El desalojo del edificio La Quimera dispersa a los toxicómanos por todo el barrio Pero con la pandemia, sus usuarios habituales se fueron y el edificio pasó a ser ocupado por indigentes y pequeños traficantes de drogas, perdiendo su función más social. En el último mensaje en redes sociales del CSROA, escrito hace tres años, avisaban del cierre temporal del inmueble para efectuar obras de acondicionamiento de electricidad y fontanería y rehabilitar espacios «para un mejor uso» del centro. Sin embargo, esas reformas no se llevaron a cabo y el edificio ha seguido sin luz y con deficientes condiciones higiénico-sanitarias, desprendido un olor nauseabundo. De hecho, en los vídeos policiales enviados a los medios se observan habitaciones llenas de colchones, bicicletas y otros enseres. Todo esto se lo hicieron saber las asociaciones de vecinos de La Corrala de Lavapiés y las de Vara del Rey-Rastro en la reunión que mantuvieron con la delegada del Gobierno, Mercedes González, y el jefe superior de la Policía de Madrid, Manuel Soto, el 17 de marzo en la comisaría de la calle Luna. Entonces, ambos tomaron nota del asunto y se comprometieron a solucionar este problema, entre muchos otros que afectaban a la seguridad ciudadana del barrio. Por su parte, la delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, ha calificado de «extraordinaria labor» el desalojo de La Quimera, que «llevó mucha tarea». Ahora, ha explicado, «le corresponde al propietario establecer las medidas relativas a impedir que se ocupe el edificio». Si bien, tanto la Policía Municipal como la Nacional «tienen presencia permanente».