La francesa Renault y la china Geely anunciaron la creación de una empresa conjunta que se encargará de producir y desarrollar sistemas híbridos de última generación para todo el mundo. Esta joint-venture, que tendrá su sede en Londres, producirá 5 millones de motores al año entre combustión, híbridos e híbridos enchufables para más de 130 mercados.
Tal como hizo Ford en marzo de este año, Renault dividió sus operaciones y creó dos empresas que funcionarán de manera independiente: una dedicada a los modelos eléctricos y otra a los de combustión.
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Los primeros se agruparán en la nueva empresa Ampere, aunque los vehículos seguirán vendiéndose con la marca Renault, Dacia o Alpine, que, a su vez, cotizará en bolsa en 2023. En cambio, los modelos de combustión se unificarán en Power, la otra división en la que Geely, dueña de Volvo, Smart y principal accionista de Mercedes Benz, tendrá una participación junto a Renault en partes iguales.
Por su parte, Ampere centrará sus proyectos en Europa, con el lanzamiento de los nuevos R4 y R5, más el nuevo Scénic y la continuidad del Mégane. Mientras que Power atacará los mercados de Asia, China y América Latina con el Bigster y otros dos nuevos modelos que aún no fueron anunciados.
Además, desde Power, abastecerán a diferentes clientes, entre ellos: Renault, Dacia, Geely Auto, Volvo Cars, Lynk & Co, Proton y también Nissan y Mitsubishi Motors Company. Asimismo, en el futuro, "la asociación también podría ofrecer tecnologías de tren motriz a marcas de automóviles de terceros".
Con esta nueva división, Renault pretende que la nueva compañía sea un "proveedor global e independiente de los motores híbridos de próxima generación, además de desarrollar tecnologías libres de carbono y bajas emisiones en cinco centros globales de I+D", sostuvo la compañía francesa en un comunicado.
Por su parte, Eric Li, presidente de Geely señaló que "el acuerdo con el Grupo Renault permitirá la creación de un líder mundial en tecnologías híbridas para proporcionar soluciones avanzadas altamente eficientes para los fabricantes de automóviles de todo el mundo".
Desde que Luca De Meo tomó las riendas de Renault en 2020, el ejecutivo se propuso como objetivo prioritario que el grupo francés vuelva a los beneficios y sea rentable. Esto quiere decir que espera pasar del actual 5% de margen operativo que tendrá en 2022, hasta un 8% para 2025 y el 10% para 2030, según Reuters.
De esta manera, Renault espera poder cubrir hasta el 80% del mercado mundial de motores de combustión. El fabricante francés tiene un ambicioso plan de expansión para el futuro, llamado Renaulution, que fue presentado a principios del año pasado. Se trata de la división de la compañía del rombo en cuatro marcas diferentes que desarrollarán su trabajo en cuatro líneas diferenciadas: Renault, la modernidad y la innovación, Dacia la compra inteligente, Alpine la deportividad eléctrica y Mobilize la movilidad compartida.
"Esta asociación ambiciosa con Geely se dio para seguir desarrollando las tecnologías ICE (vehículos de combustión interna) y de motores híbridos. Seguirá siendo una parte crítica de la cadena de suministro del automóvil en las próximas décadas. Podremos ofrecer las mejores soluciones electrificadas y de tren motriz de su clase a múltiples marcas OEM (fabricante de equipos originales) en todo el mundo, liberando el potencial de mercado para esta tecnología de baja emisión", señaló De Meo.