La provincia de Mendoza no tiene avión oficial. La carencia fue una oportunidad para el ministro de Economía Sergio Massa que en un gesto de amabilidad saltó la grieta e invitó al gobernador radical Rodolfo Suárez a regresar a su provincia en el avión que llevaba a la comitiva nacional. No es la primera vez que el mendocino viaja con algún dirigente peronista, a veces el aventón se lo da el sanjuanino Sergio Uñac.
A bordo del avión, Massa y Suárez compartieron una charla privada durante casi dos horas en el trayecto entre Buenos Aires y la provincia cuyana. Juntos llegaron a la sede del INTA de Luján de Cuyo para presentar medidas que buscan auxiliar a los productores de provincias afectadas por heladas tardías. Para graficar la situación, Mario Leiva, presidente de la Sociedad Rural del Valle de Uco, había dicho: "La situación es dramática, se ha perdido un 85% de la uva, lo misma que la fruta, un desastre".
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Cuando el gobernador y el ministro llegaron ya los esperaba la senadora Anabel Fernández Sagasti, vicepresidenta del interbloque del Frente de Todos, y una de las más duras contra Juntos por el Cambio en el Congreso; el titular del Instituto Nacional del Vino, Martín Hinojosa, y ministros de varias de las provincias expectantes por la ayuda del Estado nacional. Un dirigente local cercano a Massa dijo: "Hacía 50 años que no venía un ministro de Economía para ponerse del lado de los productores".
Está claro que el diferencial del ministro es su cintura política y su capacidad para esquivar el barro. En tiempos de alta tensión y de peleas internas en las dos principales coaliciones, oficialismo y oposición, fueron necesarias algunas charlas previas para que la presentación se diera en total armonía en uno de los distritos más adversos para el peronismo. Sin embargo no hubo dirigentes del PRO, solo radicales del equipo del gobernador.
Massa viene de un par de semanas de esfuerzos parlamentarios para que parte de la oposición votara a favor del Presupuesto 2023. Incluso algunos dirigentes del PRO que se abstuvieron señalaron que esa fue su manera de ayudar al ministro. El kirchnerismo lo ayudó y la Vicepresidenta hoy lo cuida.
En ese contexto fue que la semana pasada en reunión de comisión la senadora Fernández Sagasti se adelantó y contó que había pedido al ministro que se contemplaran los drásticos efectos de las heladas tardías en 20000 hectáreas de producción regional. Mendoza no fue la única provincia necesitada de auxilio, también se alistaron San Juan, Río Negro, Neuquén, La Rioja, Catamarca, Jujuy, Salta, La Pampa y Tucumán.
Especialmente sufrieron grandes pérdidas por el evento climático registrado a fin de octubre las producciones cordilleranas. De esas provincias tres tienen gobernadores de fuerzas provinciales, dos de Juntos por el Cambio y cinco del Frente de Todos. Massa llamó a cada gobernador para auscultar la situación e incluso con la rionegrina Arabela Carreras (Juntos Somos Rio Negro) y el neuquino Omar Gutiérrez (MPN) compartió acto días atrás en el INVAP, en San Carlos de Bariloche.
Aquel miércoles en que Sagasti adelantó la gestión a la noche hubo cumbre en el último piso del Palacio de Hacienda. El ministro Massa agasajó a los senadores del Frente de Todos con un asado para evacuar dudas sobre el Presupuesto. Ahí también Fernández Sagasti, de La Cámpora y del círculo más estrecho que rodea a Cristina Fernández de Kirchner, charló con el ministro.
Acordaron un viaje a Mendoza que tuvo lugar este martes. En el acto se presentó un plan integral de protección a las economías regionales que incluye un fondo por $1500 millones del BICE y el Banco Nación; un fondo de asistencia a actividades críticas con créditos de hasta $ 500.000, un programa de recuperación y sostenimiento productivo (REPRO) y, entre otras ayudas, un programa de fomento exportador para las producciones afectadas.
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Antes del acto de convivencia Suárez, uno de los gobernadores más ásperos para el gobierno nacional, estuvo en Buenos Aires reunido con el exPresidente Mauricio Macri que resiste el diálogo político entre oficialismo y oposición.
El líder del PRO despliega un minucioso operativo de seducción sobre los dirigentes radicales. Como parte de ese plan fue que invitó al mendocino a cenar en su casa la noche del domingo que así se convirtió en uno de los selectos que traspasaron el umbral de la intimidad de Macri. Esta vez el motivo fue una cena con el presidente del Partido Popular español y senador Alberto Núñez Feijóo.
No fue el único evento de estas características. Días atrás Macri había invitado a almorzar al gobernador radical Gustavo Valdés y al diputado cordobés Rodrigo De Loredo, jefe del bloque Evolución. En esa ocasión el homenajeado fue el exPresidente chileno Sebastián Piñera. Así avanza Macri sobre el terreno de un adversario interno, el presidente de la UCR Gerardo Morales, y principalmente sobre los radicales amigos de Horacio Rodríguez Larreta que tienen influencia tanto en Córdoba como la Ciudad de Buenos Aires.
Conocedor de todas estas jugadas, no fue casual la gentileza de Massa hacia Suárez. Tanto el viaje en avión como la previa del gobernador con Macri fueron parte de los comentarios oídos en el acto que tuvo lugar en Luján, municipio que conduce Sebastián Bragagnolo, del PRO, y del que antes fue intendente Omar de Marchi, el armador de Larreta en territorio nacional.
Cuando la situación es crítica, nos podemos juntar. Tenemos que aprender que no solo nos tenemos que juntar en situaciones críticas
La escenografía que se montó en el INTA no fue azarosa tampoco. Massa aspira a mostrarse concentrado en la gestión más allá de las diferencias políticas. Lo dijo expresamente en su discurso: "Creo que la emergencia demostró que, cuando la situación es crítica, nos podemos juntar. Tenemos que aprender que no solo nos tenemos que juntar en situaciones críticas. Que cuando se trata de construir políticas de largo plazo, cuando se trata de construir políticas de protección del desarrollo, del trabajo y de la producción argentina, nos tenemos que juntar como hoy todos para darle tranquilidad, certidumbre y futuro a los argentinos".
Sobre el escenario se sentó entre Suárez y Fernández Sagasti que ya había saltado la grieta cuando el gobernador convocó a todos los legisladores nacionales para unificar el reclamo en torno a Portezuelo del Viento. También la senadora trabajó la Ley de Etiquetado con el exgobernador Julio Cobos, otro radical de Mendoza, mientras que con Alfredo Cornejo el peronismo acordó el juicio por jurado.
En territorio adverso Massa cerró su alocución con un llamado a la argentinidad: "Quiero agradecerle a los ministros y funcionarios de las distintas provincias. Provincias gobernadas por distintos colores políticos: partidos provinciales, Juntos por el Cambio, Frente de Todos trabajando todos juntos para tratar de llevar respuesta, para tratar de colaborar en la respuesta que pueda dar el Estado nacional desde cada una de las provincias. Para darle tranquilidad a los sectores de la fruta y de la producción en general de las economías regionales, que son víctimas del fuerte impacto que genera el cambio climático".