Estar sometidos a demasiadas presiones al mismo tiempo, vivir una situación que nos parezca injusta, sentir que las cosas se salen de control. Varios son los escenarios que pueden disparar una reacción explosiva y en muchos casos desmedida, de la que probablemente nos arrepintamos a posteriori.
Por Clarín
¿Puede hacerse algo para aprender a regular nuestras emociones? ¿Es factible que podamos prevenir estas situaciones? ¿Existen herramientas para contrarrestarlas? ¿Puede pasarnos a todos, o es algo propio de determinadas personalidades?
“Las personas con desregulación emocional sufren altibajos emocionales y ataques de ira, lo que dificulta su relación con los demás. Son sumamente sensibles a las emociones que experimentan, suelen ser impulsivos e inestables. Esto puede dañar la vida laboral y familiar, la capacidad de realizar planes a largo plazo”, explica Alexis Alderete, psicólogo especialista en Trastornos de Ansiedad y Entrenamiento en Habilidades.
Según indica, cualquier persona es propensa a sufrirlas cuando se encuentra en un entorno hostil, “que lo lleva a acumular un nivel de estrés y presión, cuya única vía de liberación es un ataque de ira”.
Estos episodios se desencadenan mediante reacciones repentinas y violentas ante situaciones que resultan molestas para el individuo, como una injusticia, un maltrato personal o algo que lo incomoda.
La escena que mejor resume todo esto fue encarnada por Ricardo (“Bombita”) Darín en la película Relatos Salvajes, en la que interpreta a un ingeniero que llevaba una vida tranquila hasta que el acarreo de su auto supuestamente mal estacionado “detona” su ira.
“La persona puede llegar a perder el control de sí misma, lanzando objetos, gritando y golpeando cosas o personas”, destaca Alderete.
Al ser un mecanismo que puede sufrir cualquier persona, el psicólogo sostiene que son muy variadas las causas que pueden gatillarlo.
“Algunas situaciones que pueden producir estos episodios son cuando se ha colmado la paciencia de alguien ante una negligencia grave o una ofensa personal que no se puede dejar pasar”, ejemplifica.
“También puede darse cuando la convivencia con seres queridos como padres, hermanos y la pareja no se está dando de forma adecuada, entre otros aspectos que pueden generar tensión e iniciar un incidente en el hogar”, agrega.
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