Mirar retrospectivamente es beneficioso para no repetir lo que se ha hecho, y poder así diseñar el futuro en el cual deseamos vivir. En esa transición del pasado al futuro, se encuentra hoy el sistema energético global.
Dicha transición energética es producto de las acciones que se han tomado en las Conferencias Mundiales Climáticas, para contrarrestar el cambio climático de origen antropogénico (uso excesivo de los combustibles fósiles), y que tiene como norte la descarbonización del sistema energético.
La grafica a continuación, muestra 85 años de consumo en dos etapas: Una histórica que va de 1965 a 2021 y la otra futurista que cubre el periodo 2021 – 2050. Para la primera, se utilizo la data de las Estadísticas BP 2022, y para la segunda, el Escenario NetZero de la IEA publicado en WEO2022.
Etapa 1
En el 1er periodo, el consumo energético global crece 1.04 % interanual al pasar de 156 EJ en 1965 a 624 EJ en el 2021.
En lo atinente al petróleo, tuvo un crecimiento importante entre 1965 – 1979 (de 65 EJ a 133 EJ). Este aumento está asociado a la creación de las reservas estratégicas de petróleo del G7 y aliados como respuesta al embargo petrolero ocurrido en 1973 por los países árabes al mundo occidental. Luego se inicia un crecimiento moderado del 0.75 % hasta el 2021, al situarse en 183 EJ.
El carbón mostró un crecimiento modesto en el periodo 1965 – 2003 del 1.77 % interanual (de 58 EJ a 113 EJ). Seguidamente, presenta un incremento importante hasta el año 2014 de 3.33 % interanual, alcanzando su pico máximo histórico de 163 EJ. Este incremento está asociado al crecimiento económico de China e India, donde su mayor producción de electricidad es generada en plantas con base carbón. A partir del 2014, se inicia una desaceleración del consumo de carbón el continua actualmente como consecuencia de la descarbonización del sistema energético global.
El gas natural presenta un incremento en todo el periodo 1965 – 2021 del 3.4 % interanual (de 23 EJ a 146 EJ). Este crecimiento obedece a la incorporación de este hidrocarburo en los distintos centros productivos de bienes y servicios, por su versatilidad y menor impacto ambiental.
En cuanto a las fuentes no emisoras de CO2 (todas aquellas distintas al carbón, petróleo y gas) esta han presentado en el periodo 1965 – 2021 un incremento del 4.63 % interanual (de 10 EJ a 130 EJ). Sin embargo, un crecimiento de tendencia exponencial se inicia en el 2010, y que es reforzado a partir del 2015 cuando en la conferencia del cambio climático establece se aprueba la descarbonización de la matriz energética global para mitigar dicho cambio.
Etapa 2
Pasemos ahora a analizar la 2da etapa. Esta etapa está asociada al escenario NetZero de emisiones de CO2 elaborado por la IEA. El consumo global de energía presenta un decrecimiento 0.53 % interanual en el periodo 2021 al 2050, al pasar de 624 EJ a 532 EJ, respectivamente. Esta caída en el consumo de energía obedece a una mayor eficiencia energética en todos los procesos, lográndose así dos aspectos importantes: Un menor consumo y una menor emisión de GEI.
De acuerdo a la premisa de la prospectiva (descarbonización del sistema energético global), las fuentes emisoras de GEI presentan un baja en la demanda. Los porcentajes de decrecimiento interanual son: 5.11; 7.76 y 14.1, para el petróleo, gas y carbón, respectivamente.
En lo atinente a las energías no emisoras de CO2, estas presentan un crecimiento continuo con un porcentaje anual del 4.58 al pasar de 130 EJ en el 2021 a 476 EJ en el 2050.
En conclusión, la mitigación del cambio climático pasa por la descarbonización del sistema energético global, y la IEA tiene una ruta y que se presenta con detalles en el documento “World Energy Outlook (WEO 2022)”, divulgado en octubre 2022.