MADRID, 8 (CHANCE)
Durante meses conseguir una imagen de Ana María Aldón y José Ortega Cano juntos fue una tarea casi imposible. Como si de un gato y un ratón se tratasen, la andaluza y el torero evitaron coincidir incluso en la misma ciudad durante buena parte del verano y no fue hasta que su hijo José María empezó el colegio cuando la pareja, tocada de muerte, volvió a vivir bajo el mismo techo.
Y fue después de semanas haciendo vidas por separado cuando la colaboradora de 'Fiesta' confirmó lo que se había convertido en un secreto a voces: su decisión de separarse de su marido era firme. Sin embargo, explicando que iban a hacer las cosas bien por su pequeño - lo más importante para ambos - Ana María adelantaba que íbamos a seguir viéndola junto a Ortega Cano y dejaba claro que por el momento no tenía prisa por abandonar la casa del torero.
Dicho y hecho. Desde que la andaluza anunció que ya habían iniciado los trámites para divorciarse sus apariciones juntos son de lo más habituales y en solo tres días hemos visto al todavía matrimonio asistiendo juntos a un partido de fúbol de su hijo, al hospital - después de que la diseñadora sufriese un accidente doméstico al tropezarse con una alfombra - y este mismo martes al colegio de su hijo.
Presumiendo de su buena sintonía con el torero, Ana María se ha mostrado de lo más sonriente y habladora con Ortega Cano a su llegada al centro del pequeño, de donde poco después salía la colaboradora para ir a la compra sin la compañía de su marido y nos contaba cómo se encuentra de la rotura de fibras del cuadriceps que se hizo el pasado sábado: "Todavía no estoy bien. Estoy todos los días con fisio y todos los días con historias" ha explicado.
Poco después, el diestro se reunía de nuevo con su todavía mujer para regresar al domicilio en el que siguen viviendo juntos y, más serio que Ana María y ocultando buena parte de su rostro con una mascarilla quirúrgica, ha evitado pronunciarse sobre su buena sintonía con la andaluza ni sobre las últimas declaraciones de Rocío Carrasco sobre Gloria Camila, a la que ha reprochado que precisamente ella, habiendo visto lo que vio de pequeña, la llame "mala madre".