El virus sincitial respiratorio (VSR) es el dolor de cabeza para las unidades pediátricas de los hospitales costarricenses en los últimos días, una situación que se repite año con año en la época lluviosa, pero que este año ya enciende las alertas.
Se le conoce popularmente como “virus respiratorio asesino”. Es la primera causa de hospitalización en menores lactantes y la segunda causa de muerte de recién nacidos. Los menores de dos años son especialmente vulnerables a este patógeno de transmisión respiratoria, dos de ellos han fallecido desde que comenzó el pico de enfermedades de 2022, según datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
“El principal virus que circula en las últimas semanas es el virus respiratorio sincitial. Está atacando en este momento a niños muy pequeños. El grueso de los niños que están en nuestro servicio de emergencias son menores de un año y muchos de ellos, recién nacidos”, expresó este martes Olga Arguedas Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños (HNN).
¿En qué consiste este virus y por qué es de cuidado? El tipo de microorganismo y la vulnerabilidad propia de los niños más pequeños son parte de las razones por las cuales el impacto de la enfermedad es mayor.
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Es un virus que tiene su información genética en el ARN. Es de la familia Paramyxoviridae, que también incluye otras enfermedades como sarampión y parotiditis (paperas). Dentro de esta familia, es parte de una “subfamilia” llamada pneumovirus, que incluye otros microorganismos respiratorios.
Estos son patógenos de fácil transmisión.
Para el VSR no hay vacuna y el tratamiento depende de los síntomas que surjan.
Cada vez que una persona con el virus tose, estornuda, habla o grita expele gotas de saliva que contienen el virus. Este puede ingresar al niño a traves de su nariz, boca u ojos e infectarlo.
También puede darse a través de contacto directo con los fluidos, por ejemplo, si una persona infectada besa al menor.
En los bebés, esta infección causa inflamación en los bronquiolos y pulmones y causa dificultad respiratoria y neumonía.
A diferencia de la covid-19, donde los niños que se hospitalizan regularmente presentan enfermedades que constituyen factores de riesgo, con el respiratorio sincitial dos terceras partes de los niños que se hospitalizan no poseen factores de riesgo, pues son niños sin enfermedad conocida.
Los signos y síntomas del virus respiratorio sincitial aparecen entre cuatro y seis días después de la exposición al virus e incluyen nariz congestionada o que gotea, tos seca, fiebre baja, dolor de garganta, estornudos y dolor de cabeza. En los casos más graves, se observará una coloración azulada en los labios, producto de la dificultad respiratoria.
Los padres deberían acudir al médico si ve que pierde las ganas de jugar, rechaza la lactancia, pasa llorando e irritable sin razón aparente, respira muy rápido y tiene fiebre persistente mayor a 39 ° C.
¿Por qué este virus puede causar daños graves incluso a bebés sanos? La respuesta está en que ninguno de ellos, por más sano que sea, tiene un sistema inmunitario desarrollado. Julia Fernández, presidenta de la Asociación Costarricense de Pediatría (Acope) recalcó que nacemos con un sistema inmaduro, y poco a poco lo desarrollamos, pero esto nos toma cerca de los dos primeros años de vida.
“Los menores de dos años no pueden hacerle frente con fuerza a cualquier virus, bacteria u otro patógeno a los que se expongan, por lo que son más vulnerables a enfermar y complicarse. De esto, podríamos decir, que se aprovecha el virus sincitial y por eso los agrava más”, subrayó.
Su colega Vera Celada coincidió: “en los primeros 28 días de vida se consideran casi inmunosuprimidos. Lo que para uno pasa muy rápidamente, para ellos puede ser una enfermedad muy seria, una neumonía o que requieran ventilación mecánica”.
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Los escolares, colegiales y adultos saludables no tienen mayores problemas para superar este virus y no será más allá de un resfrío.
Los adultos mayores, en cambio, por un proceso biológico en los que sus defensas van disminuyendo, también son vulnerables, aunque no tanto como los bebés.
En una entrevista anterior, el médico Sebastián Ospina aseveró que los mayores de 60 años son más proclives a complicaciones, especialmente quienes tienen comorbilidades o enfermedades crónicas. En esa lista están cardiopatías, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), hipertensión o diabetes mal controladas o alguna condición que reduzca la acción de su sistema inmunitario.
“A diferencia de otros virus, este no genera inmunidad por tanto tiempo. Las reinfecciones son más comunes. Si yo tuve enfermedad por virus sincitial puedo enfermarme otra vez en dos o tres semanas. A medida que haya más reinfecciones, mayor riesgo de complicaciones hay”, afirmó Ospina.
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