Después de su visita a Moscú, el controvertido excanciller alemán Gerhard Schröder se ha mostrado optimista sobre la posibilidad de que las conversaciones puedan persuadir a Rusia de poner fin a la invasión de Ucrania. Considera además que Alemania tiene el deber de propiciar esas negociaciones e insta al gobierno de Berlín a crear el marco necesario para ello. Schröder ha sido severamente criticado por sus estrechos vínculos con Putin y por seguir manteniendo contacto con el Kremlin incluso después del inicio de la guerra y a pesar de que las relaciones bilaterales entre Alemania y Rusia pasan por su peor momento desde la Guerra Fría. Su partido, el Partido Socialdemócrata (SPD), al que pertenece también el actual canciller alemán Olaf Scholz, ha abierto un expediente de expulsión contra Schröder y se distancia de estas declaraciones, en las que ha afirmado que «la buena noticia es que el Kremlin quiere una solución negociada» y en las que culpa a Siemens de haber «perdido» la turbina que estaba siendo reparada en Canadá y que ha sido enviada a Rusia para facilitar el funcionamiento del gasoducto Nord Stream 1. Deseo de Schröder de llegar a un alto el fuego El acuerdo alcanzado recientemente entre las partes en conflicto sobre las exportaciones de cereales de Ucrania es un «éxito inicial» que quizás podría «expandirse lentamente en un alto el fuego», ha dicho el ex canciller. Con miras al gasoducto Nord Stream 2 del Mar Báltico actualmente fuera de servicio, el exjefe de gobierno se pronunció a favor de la puesta en marcha, a la que se oponen tanto Ucrania y Polonia como Estados Unidos. Esta sería «la solución más sencilla», según Schröder, la misma que Putin ha tratado de forzar estrangulando los envíos a través de Nord Stream 1 con excusas como la de la turbina. Ante las actuales fallas de suministro, que según Rusia se deben precisamente a la falta de la turbina, Schröder culpa al grupo Siemens , alineándose con Putin y contradiciendo así la posición oficial de Berlín. También contradice la posición alemana al afirmar que fue «un gran error denigrar las posibles concesiones de Ucrania como una 'paz dictada' por Rusia de antemano» y asegura que los asuntos realmente relevantes podrían resolverse, incluido un compromiso para la región de Donbass en el este de Ucrania y la cuestión de una posible «neutralidad armada» para Ucrania como alternativa a la membresía en la OTAN. Noticia Relacionada estandar No Rusia reducirá al 20% el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream AGENCIAS El Ministerio alemán de Economía ha criticado el recorte, que la empresa estatal rusa ha justificado por la necesidad de reparar una turbina Desde su punto de vista, la península de Crimea en el Mar Negro, que Rusia se anexionó ilegalmente en 2014, se perdió en Kiev. «La idea de que el presidente ucraniano Zelenski recuperará Crimea militarmente es absurda», dice, «¿quién cree seriamente que un presidente ruso podría volver a renunciar a Crimea?». Schröder elogia además expresamente los esfuerzos de mediación del presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan en el conflicto. «Pero no funcionará sin el sí de Washington»», advierte refiriéndose a la posición del gobierno estadounidense. La tensión entre Berlín y Moscú está teniendo serias consecuencias sobre los ciudadanos alemanes. Putin se sirve de la dependencia alemana del gas ruso y provoca serias dificultades restringiendo el suministro. Numerosos proveedores están aumentando actualmente sus precios y, por ejemplo, los clientes del proveedor Rheinenergie de Colonia sufren un aumento del precio del kilovatio hora de gas consumido desde los 7,87 céntimos a 18,30. La empresa también calcula que eso significa en en un apartamento con un consumo anual de 10.000 kilovatios hora un aumento de costes desde 960 a 2002 euros anuales. La llegada del invierno hará más difícil para el canciller Scholz mantener la firmeza de resistencia a Rusia y las declaraciones de Schröder debilitan de antemano la posición de Berlín, además de ridiculizar la supuesta solidez de la posición socialdemócrata. Todavía como canciller alemán, Gerhard Schröder ya concedió importantes ayudas públicas y avales al gigante energético ruso Gazprom y propició la cosntrucción del gasoducto Nord Stream. Inmediatamente después de dejar el cargo, vencido por Angela Merkel en las elecciones de 2009, pasó a trabajar para Putin. Hoy en día, además de seguir recibiendo su pensión de excanciller, que asciende a más de 8.000 euros al mes, es presidente del comité de Nord Strean AG y su salario es de 250.000 euros al año. También es desde 2017 jefe del consejo de supervisión de la rusa Rosfnet, puesto de designación del gobierno ruso y por el que ingresa alrededor de otros 600.000 euros al año. Sigue disfrutando, por otra parte, de la oficina que la ley alemana contempla para los ex cancilleres federales, que el año pasado costó 407.000 euros al erario público.
