António Guterres, el secretario general de la ONU (Organización de Naciones Unidas) inauguró el pasado día 1 de agosto una conferencia destinada a reforzar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Guterres explicó que el riesgo ha crecido en los últimos meses, algo que no se veía desde la Guerra Fría: «Hasta ahora hemos tenido una suerte extraordinaria, pero la humanidad está a solo un malentendido, un error de cálculo, de la aniquilación nuclear«.
Guterres aseguró que la conferencia es una oportunidad de evitar un desastre seguro: «Necesitamos el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares tanto como siempre. Por eso esta conferencia de revisión es tan importante. Es una oportunidad para concretar las medidas que ayudarán a evitar un desastre seguro y poner a la humanidad en una nueva senda hacia un mundo libre de armas nucleares. También es una oportunidad para reforzar este tratado y adaptarlo al preocupante mundo que nos rodea«.
La mayor parte de las naciones firmaron el TNP en 1968 con el objetivo del desarme nuclear en el horizonte.
Sin embargo, cuatro países sospechosos de tenencia de este tipo de armas nunca suscribieron el acuerdo. Estos países son Corea del Norte, India, Israel y Pakistán.
Según Guterres, esta situación hace que el ser humano haya tenido «mucha suerte» de evitar una catástrofe.
El secretario general de la ONU ha recordado que actualmente hay casi 13.000 armas nucleares almacenadas, advirtiendo del riesgo que eso plantea ante una crisis como la que se está viviendo en Ucrania, en Oriente Medio o en la península de Corea.
«Hemos tenido una suerte extraordinaria hasta ahora, pero la suerte no es una estrategia. Tampoco es un escudo contra las tensiones geopolíticas que desembocan en un conflicto nuclear», añadió, abriendo la puerta a la posibilidad de llegar a un acuerdo para la eliminación de las armas nucleares.
Vladimir Putin, el presidente de Rusia, escribió a la conferencia asegurando que no puede haber vencedores en una guerra nuclear y que ésta nunca debe desencadenarse.
Afirmó además que Rusia defiende una seguridad igual e indivisible para todos los miembros de la comunidad mundial.
Por su parte, Estados Unidos decidía también relajar su postura para evitar tensiónes.
«Hemos optado por actuar con moderación y evitar acciones que podrían aumentar involuntariamente las tensiones nucleares -por ejemplo, renunciando a las pruebas de misiles balísticos intercontinentales previamente programadas y no elevando el estado de alerta de nuestras fuerzas nucleares- en respuesta a la estridencia rusa», aseguraba Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU.
