Gonzalo Brujó es español y desde febrero de 2021 ocupa el cargo más encumbrado de Interbrand Group a nivel global, una compañía dedicada al crecimiento y expansión de marcas que van desde instituciones públicas hasta multinacionales. Durante dos décadas en la compañía ha desempeñado diversos cargos, entre ellos como director ejecutivo para América Latina. Además, es conferencista y autor de varios libros, como En clave de marca y La nueva generación de valor.
Por infobae.com
Semejante trayectoria lo habilita para brindar algunas de las lecciones más destacadas en el manejo de equipos y la formación de líderes, así como en la selección de los mejores colaboradores para cada función ejecutiva. Así transmitió su experiencia:
1- Rodearse de grandes personas
Brujó admitió que esa es una consigna de muchos líderes, ya que estar respaldado por un equipo de buenas personas “es clave” para el éxito. “Pero encontrar a esas personas puede ser más fácil decirlo que hacerlo”, aseguró a CNBC.
“Tratar de tener un equipo diversificado, lo más ecléctico posible, lo más internacional posible. La diversidad es fundamental para el éxito. Creo que hay que encontrar a los mejores”, dijo Brujo.
Y aquí es donde el CEO de Interbrand dio su tip personal, ya que, señaló, es importante comprender si existe una “combinación química” entre un candidato y el equipo y advirtió que esa sintonía puede ser más importante que lo que figura en su CV.
Pero detectar esta cualidad no es tan sencillo. Para evaluar si el candidato tiene afinidad con el grupo al que deberá integrarse, sugirió a quienes lo evalúen que “pasen tiempo de calidad” con los aspirantes antes de hacer una oferta en firme.
“No se trata sólo de una reunión adecuada y de revisar el CV, sino también de pasar tiempo de calidad con ellos, yendo a cenar o a almorzar, o tratando de encontrar algo diferente para asegurarse de entender su ambición, su propósito, su estrategia y ver si hay una química que encaje con nuestros equipos”, resumió.
2- Aprender de los fracasos
Brujó señaló que “hoy los clientes se mueven más rápido que las marcas” y los fracasos son inevitables. “Aprender de los fracasos es tan importante como aprender de los éxitos”, reflexionó y reconoció: “Cometemos errores muchas veces y los cometemos muchas veces, siempre”, remarcó. Por eso, “cuando determines y te pares a pensar qué pasó en el pasado es muy importante ver que hoy los clientes se mueven más rápido que las marcas”, insistió.
3- Ir más allá de los conocimientos de la propia compañía
Brujó subrayó la dinámica que tienen los clientes y su veloz avance. “Creo que hay que aprender de ellos”, insistió. “Hay que conocer a los clientes. Hay que entender. Hay que escuchar todo lo posible, hacer preguntas y, al final, no sólo mirar a los ganadores, sino también a los perdedores, para saber qué pasó en el pasado, qué pasó con su estrategia de negocio, qué pasó con su producto, qué pasó con su estrategia cultural y su perspicacia. Por eso es muy importante el aprendizaje, y si realmente entiendes los problemas, puedes encontrar diferentes trayectorias para el éxito en el futuro, todo el mundo es diferente”, manifestó.
Además, convocó a los líderes a “encontrar la creatividad para tratar de inspirar a los demás tanto como sea posible”. Es necesario definir el propio propósito, “definir como persona tu propia trayectoria, creo que necesitas encontrar tus propios comportamientos para asegurarte de que puedes trabajar como líder dentro de tu equipo”, expresó.
Brujó estimó que el mundo actual obliga a “ser lo más creativo posible”. “Si realmente quieres ser un buen líder, creo que tienes que aprender, no sólo de tus competidores directos y de tu sector, sino que tienes que ir más allá”. Esto significa que, por ejemplo, si se trabaja “en marketing o en servicios financieros, sería estupendo ver lo que está pasando en la actualidad del sector”, lo que ocurre en las redes sociales porque puede permitir aprender “diferentes habilidades, opiniones y puntos de vista para tratar de ser más fuerte”. Tal vez, “podrías encontrar esas ideas increíbles para tratar de trabajar con lo que será tu práctica empresarial a largo plazo”, recomendó.
4- Encontrar el equilibrio del propio liderazgo
”Para ser un buen líder, se necesita un 70% de coherencia y un 30% de innovación”, opinó. Brujó recordó que cuando estudiaba en la universidad se propuso ser el mejor, pero en un momento esto “era imposible”. Pero decidió insistir con su propósito superador y obtener notas y reconocimiento académico. Por lo que logró ser “cumb laudae”.
“Creo que la lección aquí es ser constante todas las veces, superar los propios límites, pasar al siguiente nivel para asegurarse de alcanzar lo que uno sueña”.
5- Adoptar la cultura de la empresa
“Para ser un buen líder, debes adoptar los comportamientos de tu empresa. Entiende bien la empresa, entiende bien la cultura de la compañía, entiende la diversidad de tu empresa”, aconsejó, porque “no todo el mundo es igual, no todo el mundo piensa igual. Por eso hay que escuchar todo lo posible”, recomendó.
Los integrantes del equipo serán los “embajadores del éxito. Tienes que trabajar con ellos todo lo posible para asegurarte de que tu estrategia empresarial, tu estrategia personal y tu estrategia de marca están completamente alineadas”, concluyó.