Junts ha aprobado este sábado, durante la segunda sesión del segundo congreso del partido, no suspender de militancia a quien se le abra juicio oral ni expulsar a los condenados con sentencia firme por casos que consideren de 'lawfare' (guerra jurídica), blindando así a la presidenta del partido y del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs. La coordinadora de la ponencia organizativa de Junts, Violant Cervera, lo ha anunciado en rueda de prensa en la Farga de Hospitalet (Barcelona) y ha destacado que la ponencia ha sido «ampliamente avalada» con un 90,98 por ciento de los asistentes, y que sólo ha quedado una enmienda viva de cara al plenario del domingo, informa la agencia de noticias Ep. Estas misma semana, la Fiscalía Superior de Cataluña ha pedido condenar a Borràs a seis años de cárcel y a 21 de inhabilitación por presuntamente fraccionar contratos cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), un caso que la líder del partido siempre ha negado y ha enmarcado en una supuesta guerra sucia contra el independentismo. Pactos con partidos independentistas Por otro lado, el coordinador de la ponencia política, Aleix Sarri, ha dicho -también en rueda de prensa- que en Junts dan por acabada la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat y que mantienen la voluntad de consultar a las bases si el partido debe seguir formando parte o no del Govern catalán, una evaluación que incluye si Junts debe, o no, romper el acuerdo con el PSC en la Diputación de Barcelona. La ponencia política aprobada reza que la dirección de Junts impulsará pactos y acuerdos de gobierno con fuerzas independentistas y unidad de acción al frente de las instituciones catalanas, y que, cuando el balance de los acuerdos no cumplan estas condiciones, «será necesario renunciar o replantearlos». «Cualquier decisión se tomará caso por caso, habiendo escuchado a los representantes de Junts de cada territorio y teniendo en cuenta el balance de las acciones concretas del Govern», ha leído Sarri del texto al preguntársele sobre el pacto con el PSC en la Diputación. En esta línea, de cara a las elecciones municipales de 2023, Junts mantendrá la prioridad de pactar con partidos independentistas pero respetarán la autonomía local «teniendo en cuenta las diferentes realidades territoriales», siempre que el acuerdo permita aplicar el programa de Junts y defender sus propuestas. La mesa de diálogo es «perjudicial» En relación al pacto con ERC en la Generalitat, el partido defiende que tienen un «manual propio» para hacer posible la independencia, así como que están en el Govern para avanzar en este objetivo, y que por eso quieren hacer un balance del grado de cumplimiento del acuerdo de gobierno con ERC. «La ponencia permite replantear el acuerdo de gobierno si no se avanza en esta línea y ponerlo potencialmente a consulta de la militancia», ha explicado Sarri, que también ha añadido que el quinto aniversario del 1-O este año debe suponer un punto de inflexión en la voluntad de culminar la independencia. Sobre la mesa de diálogo, Sarri ha asegurado que hay consenso en Junts en darla por acabada porque consideran que es «perjudicial» dentro de Cataluña y a nivel internacional, y porque creen que no ha dado frutos ni resultados suficientemente tangibles, en sus palabras. Además, el documento reafirma la política de Junts ante el Gobierno y que su estabilidad «no es un objetivo» de la formación, dejando claro que cualquier cambio de posición deberá ser avalada por la militancia.