Aunque la cuna del golf es universal, a nadie escapa que el Open Británico es el único grande que se celebra en Europa y por tanto es el favorito de los aficionados de este lado del Atlántico. Eso significa que apoyan especialmente a los jugadores continentales y que están deseando verles triunfar después de que los estadounidenses hayan ganado veintiuno de los últimos treinta 'majors' celebrados. Por eso estaba justificado el júbilo que se oía tanto dentro del Old Course como en la abarrotada playa de St. Andrews cuando Rory McIlroy y Viktor Hovland tomaron la iniciativa. Noticia Relacionada GolF estandar No El Open Británico cumple 150 ediciones Miguel Ángel Barbero El torneo más antiguo del mundo está de cumpleaños y no es casual que lo celebre en St. Andrews, el lugar donde comenzó este deporte en 1744. La ciudad está engalanada para la ocasión y nadie se lo quiere perder El norirlandés y el noruego fueron ganando terreno y en los momentos finales ya no dieron opción. Firmaron un espectacular hoyo 18 con sendos 'birdies' para colocarse con (-16), cuatro golpes por delante de sus perseguidores de cara a la última vuelta. Lamentablemente, los españoles no podrán acompañarles en su previsible ronda triunfal. Jon Rahm (-5) volvió a pinchar con el 'putter'; Sergio García (-3) con sus propios fantasmas y Adri Arnaus (+1) con su desconocimiento de este grande.