MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Moody's ha confirmado este viernes la nota de solvencia como emisor a largo plazo de España, con un rating 'Baa1', manteniendo al mismo tiempo la perspectiva en 'estable', según ha informado en un comunicado.
La agencia de calificación crediticia ha explicado, entre los factores, que las medidas de apoyo público han ayudado a "contener las repercusiones económicas" por las consecuencias relacionada con la pandemia, aunque ha citado también "la elevada carga de la deuda y el aumento de los costes de los intereses" en el país.
Para Moody's, la perspectiva estable "equilibra los esfuerzos de España por aumentar la capacidad de absorción de las perturbaciones de la economía y mejorar el funcionamiento de su mercado laboral", pero ha avisado de que también prevalecen "riesgos negativos a corto plazo" a medida que aumentan las presiones por la inflación y "la economía real se ralentiza en un entorno mundial muy incierto".
La agencia ha apuntado que "la disminución gradual" de la deuda pública "se verá compensada por el debilitamiento de las métricas de asequibilidad de la deuda, ya que el Banco Central Europeo (BCE) está endureciendo su política monetaria."
En otro punto, Moody's prevé que el PIB real de España crezca un 3,5% en 2022, señalando que "espera que la demanda interna respalde la recuperación, y que el consumo privado se beneficie del repunte del sector turístico a medida que se reanuden los viajes nacionales e internacionales".
Además, Moody's prevé que la inflación media de España alcance el 8% este año, "impulsada principalmente por los precios de la energía y los alimentos", lo que afectará "negativamente a los ingresos de los hogares y a los márgenes de las empresas". Para 2023 y 2024, la agencia espera que el crecimiento del PIB real de España alcance el 1,6% y el 2,0%, en línea con el potencial de la economía.
De cara al futuro, Moody's prevé que el déficit de las administraciones públicas españolas alcance el 5,6% del PIB en 2022, el 4,7% del PIB en 2023 y el 4,3% del PIB en 2024. "El crecimiento de los ingresos debería seguir siendo dinámico, beneficiándose a corto plazo de una mayor inflación, de subidas de impuestos selectivas y de una reducción de la economía informal a medida que aumente la proporción de pagos con tarjeta", ha argumentado.