El australiano Cameron Smith completó el segundo recorrido con -8 y tomó las riendas del British Open de golf, con un total de 13 golpes por debajo del par del campo de Saint Andrews, en una segunda jornada en la que el estadounidense Tiger Woods dijo adiós con lágrimas tras no superar el corte.
Smith, de 28 años y número 6 del ranking mundial, firmó una tarjeta sin un solo bogey y con seis birdies, la mitad de ellos en los primeros tres hoyos y cinco de ellos en la primera mitad del campo.
En la segunda parte, hizo otro birdie, pero sobre todo un impresionante eagle en el hoyo 14 (un par 5 que completó en solo tres golpes).
Smith cuenta con cinco títulos en el circuito estadounidense (PGA), entre ellos el Players Championship de este año, considerado oficiosamente como el quinto 'major' de la temporada.
En el torneo siguiente, el Masters de Augusta, acabó empatado en la tercera plaza.
Segundo, a dos golpes del australiano, está el estadounidense Cameron Young, el líder del torneo tras la primera jornada.
En tercera posición están empatados el norirlandés Rory McIlroy y el noruego Viktor Hovland, ambos con -10, un golpe menos que el estadounidense Dustin Johnson, 5º con -9.
El español Jon Rahm acabó con -4 tras completar el segundo recorrido con cinco golpes por debajo del par y superó el golpe, al igual que su compatriota Sergio García (-3).
Dos estrellas del circuito estadounidense no superaron el corte y, por lo tanto, ya no disputarán los dos últimos recorridos: Tiger Woods, de 46 años y tras superar un grave accidente de coche ocurrido en febrero de 2021, y Collin Morikawa, campeón del British Open en la última edición.
A sus 46 años y tras un accidente de coche que en febrero de 2021 estuvo a punto de costarle la pierna derecha, Woods pudo al menos cumplir su deseo de disputar el 150º British Open en el campo histórico de Saint Andrews.
Sin embargo, su actuación en el torneo ha sido muy discreta: el jueves terminó el primer recorrido con una tarjeta de +6, ya a catorce golpes del liderato, y este viernes acabó el segundo recorrido con +3, para acumular un global de +9 (nueve sobre el par del campo).
"Estoy decepcionado por no jugar el fin de semana, pero claramente no he jugado suficientemente bien: Me hubiese gustado haberlo hecho mejor. Saint Andrews sigue siendo mi campo favorito. Me enamoré de él en 1995 y eso no ha cambiado", admitió Woods en conferencia de prensa.
La decepción se tradujo en lágrimas al despedirse del torneo en el hoyo 18, ante un numeroso público que le dedicó una calurosa ovación.
"A medida que me acercaba al hoyo, la ovación era cada vez más fuerte. La gente ha apreciado lo que he hecho todos estos años en los que he jugado en Escocia, donde me encanta jugar. Todo (el sentimiento) me ha subido cuando me dirigía a la bola", explicó Woods, que declaró que no tiene planes inmediatos sobre su carrera, pero que no se retira, aunque es consciente que pudo haber jugado su último 'Open' en la cuna del golf.
"Voy a jugar más British Opens, pero en ocho años (el tiempo que él estima que pasará antes de que vuelva a celebrarse en el campo de Saint Andrews) no creo seguir siendo todavía lo suficientemente competitivo", aseguró.
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